Bodeguita del Medio, auténticamente cubana

Conocer La Bodeguita del Medio cuando se está en La Habana es un ritual inexcusable para cualquier visitante.

Es el restaurante bar de Cuba más reconocido internacionalmente, un verdadero tesoro de la ciudad y unas de sus principales atracciones turísticas, que a lo largo de más de 70 años ha acogido a visitantes de todo el mundo, desde jefes de Estado hasta premios Nobel, deportistas, escritores, poetas, pintores, actores y famosos del jet set.

Todos ellos han dejado constancia de su visita mediante algún recuerdo, foto, objeto o grafiti en las paredes de este carismático rincón, situado en la calle Empedrado 207, a solo unos pasos de la Plaza de la Catedral, en el Centro Histórico de La Habana Vieja, Patrimonio de la Humanidad.

Su origen se remonta al año 1942, cuando Ángel Martínez adquiere una pequeña y vieja bodega llamada La Complaciente, situada a mitad de la calle y no en la esquina, a diferencia de la mayoría de estos establecimientos.

En sus inicios la entonces Casa Martínez vendía bebidas, arroz, manteca, frijoles, huevos, especias, alcohol, luz brillante, laterías y todo lo posible.

Pocos años después, Félix Ayón (Felito), dueño de una editora, se mudó para una vivienda justo al lado, quien comienza a comer alguna que otra vez con clientes y amigos en la Casa Martínez.

La comida resultó muy apetecible pese a su sencillez, aunque su verdadero éxito llegó en 1949 con la entrada de Silvia Torres, la china, como cocinera.

Todavía hoy en día el menú sigue siendo el mismo: moros y cristianos, arroz blanco, frijoles dormidos, masas de cerdo fritas, puerco asado, picadillo a la habanera, filetes de pescado y res, camarones enchilados, tasajo, chicharrones y tostones, acompañado de bebidas como el mojito y la cerveza, con café y habanos para la sobremesa.

Fue el mediodía del domingo 26 de abril de 1950 cuando nació oficialmente La Bodeguita del Medio, al cambiar el dueño el nombre de Casa Martínez por aquel, como era conocido el lugar por los clientes y con el cual se ha hecho célebre en todo el mundo, donde sigue cultivando su fama con franquicias en ciudades de México, Europa, Medio Oriente y hasta Australia.

En esa época ya era sitio habitual de la bohemia habanera, visitado por personalidades relevantes de la vida nacional y personajes de renombre internacional.

Desde entonces otros muchos famosos han visitado La Bodeguita del Medio para disfrutar de la magia del mojito que inmortalizó el autor de El viejo y el mar, saborear comida típicamente criolla, escuchar genuina trova cubana, comprar suvenires alegóricos de la casa o estampar su firma en las paredes, práctica inaugurada por el poeta cubano Nicolás Guillén.

Mesas rústicas, doilies de papel, taburetes, y paredes tapizadas con autógrafos, frases y fotos testimonian el glamur de este santuario de la cubanía, un lugar excepcional, que impacta por su informalidad, donde objetos dispares conforman un collage de recuerdos espontáneos de quienes han encontrado aquí la cálida hospitalidad habanera.

A la Bodeguita del Medio

La Bodeguita es ya la bodegona,

que en triunfo al aire su estandarte agita,

mas sea bodegona o bodeguita

La Habana de ella con razón blasona.

Hártase bien allí quien bien abona

plata, guano, parné, pastora, guita,

mas si no tiene un kilo y de hambre grita,

no faltará cuidado a su persona.

La copa en alto, mientras Puebla entona

su canción, y Martínez precipita

marejadas de añejo, de otra zona.

Brindo porque la historia se repita,

y porque lo que es ya la bodegona

nunca deje de ser La Bodeguita.

Nicolás Guillén

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