La primera vez en Baracoa siempre deja ganas de volver. Caminar sus calles, descubrir su naturaleza y degustar su comida tradicional, hacen sentir fuera de Cuba. Lo cierto es que la «Ciudad Primada» tiene colores únicos y una esencia difícil de describir pero que enamora al instante.
La primera villa fundada en el país, es una ciudad y municipio situados en la provincia de Guantánamo que destaca por su historia y singular gastronomía a base de coco, cacao y café.
Entre las construcciones más significativas de la localidad destacan los torreones de Joa y del Cementerio, así como las fortificaciones de El Castillo y La Punta, convertidas en hotel y restaurante, respectivamente, luego de que se desarrollara el turismo en la región.
En su paso por esta joya del Oriente cubano, el visitante podrá deleitarse con peculiares platos: el Bacán, confeccionado a base de plátano verde que se envuelve en hojas de plátano de la misma forma que el tamal de maíz en hojas. El popular Cucurucho, elaborado con coco, naranja y piña, y envasado en un cono hecho de yaguas, una elaboración rústica y típica de la región, demandado por los paladares de los cubanos en toda la Isla.
“Fue fundada el 15 de agosto de 1511 con el nombre de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa por el conquistador español Diego Velázquez que ostentaba entonces el título de Adelantado. Es el más antiguo asentamiento de la Isla después de la llegada de los colonizadores españoles y de ahí debe su nombre de Ciudad Primada. En 1518 recibió el nombramiento de ciudad. Fue la primera capital y el primer obispado de la Isla”.
Baracoa, declarada Monumento Nacional, se ubica entre los ríos Macaguanigua y Miel, siendo un destino de naturaleza por excelencia, contando, entre sus atracciones naturales más importantes, con el río Toa y las populares montañas del Yunque.
“En la ciudad se conserva dentro de una vitrina y con un pedestal de plata la Cruz de la Parra, símbolo de la cristiandad, que trajera Cristóbal Colón en su primer viaje… Se presume que el nombre de la ciudad provenga de un vocablo aborigen que significa presencia de mar en franca alusión al ambiente marino que contrasta con las montañas y los ríos de la región de gran belleza natural”
Otras de sus particularidades es el Viaducto de la Farola, una vía entre las montañas que cuenta con 11 puentes voladizos y su punto más elevado está en el Alto de Cotilla, un parteaguas a más de 600 metros sobre el nivel del mar donde se eleva un mirador desde el cual, según historias antiguas, se pueden ver las luces de la Haití.
De Baracoa hay mucho que decir todavía… muchas historias que mostrar, pero lo mejor es descubrirlas, no dejar que te lo cuenten… A Baracoa hay que sentirla…