Los secretos del quimbombó

La humilde vaina verde llamada quimbombó, gombo, okra o hibiscusesculentus, se dice proviene de África y algunos sitúan su origen en las montañas de Etiopía, pero nadie imagina sus escondidas y diversas propiedades.

Los primeros datos escritos sobre la planta señalan que fueron moros españoles los que la llevaron alrededor del Mediterráneo, pero la lógica indica que antes se expandió por África y que los esclavos de ese continente la trajeron al Nuevo Mundo.

Renée Méndez Capote, cronista de la sociedad cubana del siglo XX, dice que “la cocina cubana antigua era espacio, aroma, verdad. Porque todo era lo que era y no había engaño en nada. Todo se hacía honradamente a fuerza de brazo, de tiempo y de paciencia”. Y a su receta de quimbombó dedicamos esta nota.

El quimbombó tiene valores nutritivos ricos en fibras y vitaminas, además de potasio y calcio. Su fruto, alargado, estriado y gelatinoso se utiliza mucho en los guisos de las cocinas caribeña, creole, cajun y brasileña. La okra contiene un jugo gelatinoso que le da el poder pegajoso en el famoso plato Gumbo Criollo de Luisiana y tiene un sabor especial, parecido a la berenjena.

Como muchos platos cubanos reflejados en la música de este archipiélago, el quimbombó no podía dejar de tener su son, “quimbombó que resbala… pa’ la yuca seca”, pues se come como un guiso, pero también en ensaladas acompañado de aguacate, tomate y pepino.

Entre los usos medicinales, está la cataplasma de la fruta como eficaz remedio para el hígado, comiéndola al mismo tiempo todos los días cocida o en ensalada. Cuando se toma con fines terapéuticos, conviene ingerirla junto con el jugo que desprende durante su cocción. Las semillas masticadas combaten el mal aliento; se usa como estimulante; también es utilizado como afrodisíaco. La emulsión preparada triturando las semillas con agua tiene propiedades antiespasmódicas.

También se dice que es un antídoto frente al veneno de algunas serpientes. Tiene uso como insecticida. Se aplica además como cataplasma para el picor intenso en la piel. Se utiliza en aromaterapia para el tratamiento de la depresión y de la ansiedad.

Recomendamos a los lectores, sin embargo, consultar primero al médico antes de usar estos remedios que podrían no venir bien para la enfermedad o molestias que presenten.

Como si todas esas bondades fueran pocas, el quimbombó también tiene usos industriales. El aceite extraído de la semillas es muy apreciado por la industria de la perfumería.

Receta de quimbombó según Renée Méndez Capote

 

Ingredientes:

  • 1 lb. de quimbombó tierno
  • 1 lb. de agujas de puerco
  • 2 plátanos pintones
  • 2 cucharadas grandes de ajonjolí
  • 1 cebolla grande
  • 10 tomates de cocina
  • 3 dientes de ajo
  • Sal
  • Orégano molido
  • Comino
  • Manteca de puerco
  • Limón

 

Preparación:

Se lava el quimbombó, se le quita la colita y la puntica y se corta en rueditas. Se le echa limón bastante para cortarle la baba. En la cazuela donde se va a cocer el quimbombó, se echan dos o tres cucharadas de manteca derretida y la sazón picada bien finita. Se agregan las masas de puerco ya lavadas. Hay quien le añade camarones secos. Se echa la sal, un polvito de comino y otro de orégano, el quimbombó y después se añade medio litro de agua. Cuando hierve, se agregan bolas de plátano pintón previamente salcochado. Se tapa bien y se cuece a fuego lento por espacio de media hora. Entonces se añade el ajonjolí ya tostado. Se deja cocer unos minutos más. 

Entradas relacionadas

Un comentario sobre «Los secretos del quimbombó»

  1. Julieta

    Muy interesante. Me gustó

Deja tu comentario