En Cuba, si de algún modo se quiere expresar la cualidad de lo variado, la condición de lo diverso, echamos manos al socorrido refrán: hay de todo como en botica; pero si se trata de hacer referencias a un suceso de término seguro, de esos que bajo ningún concepto dan margen a errores o equivocaciones, el cubano de hablar dicharachero asegura con gran facundia en lengua vernácula que es: como una pedrada en ojo de boticario.
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