Cultura, historia y tradición en hoteles de La Habana

Las instalaciones del Grupo Hotelero Gran Caribe en La Habana se distinguen como las joyas de la cultura y el patrimonio nacional, como fiel y medular reflejo de historia, las tradiciones y de la más auténtica hospitalidad cubana.

Gran Caribe

Este Grupo Hotelero ha creado un producto exclusivo, diverso y competitivo, que combina la cubanía, la profesionalidad y un profundo respeto por las costumbres de la Isla. Sus hoteles son mucho más que espacios de alojamiento; son guardianes de la identidad cultural del país, donde la historia y las tradiciones cobran vida para los visitantes.

Gran Caribe conserva en sus instalaciones parte de la rica historia y cultura del país. Los hoteles Inglaterra, Plaza, Sevilla, el Hotel Nacional de Cuba, el Deauville, el Capri-Victoria, Presidente y el Hotel Habana Libre son mucho más que lugares de alojamiento. Son escenarios vivos de la cultura cubana, donde la espiritualidad y el alma del pueblo se manifiestan en cada detalle. Desde sus galerías de arte hasta sus presentaciones musicales, estos hoteles se convierten en auténticos puntos de encuentro cultural.

El Hotel Nacional de Cuba, de cara al inmenso mar, es un ícono indiscutible de La Habana. Inaugurado en 1930, se erige sobre una colina que domina el Malecón y ofrece vistas impresionantes del mar y la ciudad. Declarado Monumento Nacional y Patrimonio de la Humanidad, recibe a líderes políticos, artistas de fama mundial y personalidades del espectáculo.

Su famoso cabaret Parisien rinde homenaje a figuras claves de la música cubana, como el afamado pianista Chucho Valdés, la Camerata Romeu y otros tantos solistas y agrupaciones, en el afán de preservar valores culturales imperecederos. El Hotel Nacional de Cuba es, sin duda, un símbolo de lujo, historia y tradición.

Mientras, con más de un siglo de historia, el Hotel Plaza representa el encanto de la Cuba colonial. Ubicado estratégicamente en La Habana Vieja, sus instalaciones combinan un diseño ecléctico con detalles arquitectónicos exquisitos, como vitrales y elegantes escaleras de mármol. Como testigo mudo de importantes eventos históricos, en sus habitaciones se han alojado huéspedes de renombre, a la par que su restaurante y espacios comunes están impregnados de un aire de nostalgia que invita a explorar las historias que encierran sus paredes.

Durante años, Gran Caribe ha trabajado activamente en la preservación de su patrimonio artístico y cultural. Con más de 840 obras patrimoniales bajo especial protección y conservación, su enfoque hacia la autenticidad y el respeto por las tradiciones se ha convertido en un distintivo único. Las iniciativas artísticas han incluido murales, esculturas y eventos que promueven los valores culturales cubanos.

Gran Caribe ha demostrado que la combinación de excelencia en la hospitalidad y una fuerte vocación cultural genera un impacto profundo en sus clientes. Figuras de la intelectualidad cubana, como Miguel Barnet y Pedro de la Hoz, han reconocido el papel de la cultura como fuerza imparable y esencial en la identidad de este grupo hotelero. De modo que, una estancia en sus hoteles sea también una visita de primera mano a la cultura, la historia y la tradición cubanas.

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