El exjugador de fútbol cubano Erick Hernández ha batido su propio récord del mundo de controlar un balón tan sólo con los pies, sin que caiga al suelo, sentado y con un kilo y medio de peso atado en cada tobillo.
Un total de tres horas, siete minutos y 28 segundos es el registro que alcanzó este sábado en un hotel de La Habana y que ahora los jueces del Libro Guinness de los récords tendrán que validar.