El turismo cubano y su rol dinamizador en la economía

Sobre lo deseable del comportamiento del turismo cubano para 2023 intercambiaron expertos y directivos del sector quienes ratificaron a la reciente Feria Internacional Fit Cuba en La Habana, como una ocasión especial para promover las potencialidades de un destino único, que apuesta por el desarrollo desde la sostenibilidad.

turismo cubano

El programa televisivo Cuadrando la caja, dedicado a temas económicos, propició el debate sobre el alcance y las proyecciones de la conocida como industria sin humo en la Mayor de las Antillas, a la cual reiteraron un carácter dinamizador por su importancia en el complejo entramado de las relaciones económicas, su contribución a la balanza de pagos y la solvencia de divisas en el país, pero, sobre todo el impulso e influencia en el resto de las esferas, entre estas, la agricultura, la construcción, la alimentaria.

Qué ha cambiado en el turismo, qué es lo nuevo y cuál dinámica se impone luego del reto de enfrentar una etapa de crisis pandémica a nivel global, con todo lo que determinó en cuanto al cierre de fronteras y las múltiples restricciones, que dieron al traste con una mayor conectividad digital e informatización de los procesos, que ya se abrían paso pero se aceleraron de manera urgente ante las alarmas a la salud de la humanidad.

Al respecto, Maite Echarri, profesora titular de la Facultad de Turismo de la Universidad de la Habana (UH), explicó que en ese contexto se propiciaron modelos de desarrollo, impulsados en nuestros países, mediados por los protocolos biosanitarios y de bioseguridad impuestos por la situación epidemiológica, que obligó a un impasse y a repensar las formas de asumir nuevamente el funcionamiento de hoteles, restaurantes y toda la red implicada en esa rama.

“Son grandes los desafíos, que se refuerzan mucho más por el azote de la pandemia de la Covid-19, pero ya antes de 2019 se daban signos de alarma en varios indicadores como los relacionados con los gastos. Se hacen necesarios, por tanto, los cambios del modelo tradicional y se impone, en particular, volver la mirada a lo local, al territorio, para encaminar las formas de asumir el alojamiento hotelero”, precisó.

Llamó la académica a aprovechar mucho más ese potencial extraordinario que ofrecen las comunidades y a incrementar la diversificación de la oferta y los mercados, además de trabajar en recuperar los índices de calidad y su relación con los precios, para lograr mayor satisfacción  del cliente, en lo cual es esencial insistir en la máxima profesionalidad y calificación de los recursos humanos, un valor distintivo de nuestro destino.

Instó a una oferta turística que acuda más a la experiencia, pues una tendencia recurrente del cliente postcovid, es centrarse en lo trascendente de su viaje de recreo para que no se convierta solo en descanso y ocio. De acuerdo con encuestas internacionales, más del 80 % de los turistas confiesan que viajar los hace feliz y esa sensación responde a las buenas y nuevas experiencias que les prodigan.

La profesora Echarri señaló que Cuba es en lo fundamental un destino de sol y playa pero hoy no puede ser el mismo que tradicionalmente se ofrece; ahora se insiste en apostar por potenciar la economía circular e incorporar enfoques de sostenibilidad , aprovechar lo que implica contar con productos agrícolas orgánicos, tan demandados en el mundo e incorporar mucho más en los mensajes publicitarios las ofertas asociadas al turismo de bienestar (wellness), a la preservación de los ecosistema marinos, entre otros, sin dejar de reiterar las condiciones de estabilidad y seguridad social del país.

Comentó que Cuba es un destino único, asediado por el bloqueo estadounidense,  al cual – subrayó- hay que sobreponerse con mayor creatividad y haciendo gala de resiliencia, desde la crítica constructiva, la ciencia y la innovación, porque ya son más de 60 años conviviendo y padeciendo los efectos de esa política extraterritorial.

Diana Galindo, directora comercial del Ministerio de Turismo de Cuba (Mintur), se refirió a las nuevas tendencias del viajero a escala mundial, en las que toman fuerza los temas de la informatización.

Ejemplificó con estudios recientes que indican que el 80 % de las reservas turísticas en la actualidad a nivel global, se realizan de manera on line; en tanto el 75 % de la decisión de un viajero para vacacionar está condicionada con la publicación o promoción de un destino específico en las redes sociales, entre estas, las muy conocidas y seguidas Instagram y Tik tok.

“En ese sentido -dijo- nuestro país se inserta en esos mecanismos lo cual se ilustra muy bien con la nueva campaña que se despliega sobre nuestro destino conocida como Cuba Unica, que adquiere en los diferentes mercados y, sobre todo, en las redes sociales, una mayor presencia y dinamismo, desde la salvaguarda de la seguridad y la paz.”

Abundó en los principales problemas que resolver y retos que afrontar, ante los disímiles factores que han limitado un mejor posicionamiento del destino de la mayor isla antillana, asociados esencialmente al recrudecido bloqueo que impide acceder a fondos, créditos, financiamientos,  y a la inserción en plataformas  de promoción habituales para cualquier otro país.

Ilustró con el freno a las operaciones de cruceros, que ya en 2017 y 2018 alcanzaban cifras loables en los arribos de turistas y, cuando se preveía superar la llegada de 625 000 vacacionistas al país, de la noche a la mañana, en junio de 2019, se paralizaron los viajes de esas embarcaciones por medidas asociadas a sanciones arbitrarias a esas compañías.

“Ante esas acciones unilaterales de EE.UU. que nos ponen en desventaja con el resto de los destinos en la región, no queda de otra que concentrar los esfuerzos en recobrar nuestros flujos turísticos a partir de alianzas estratégicas como las logradas durante la primera Macro convención, sin precedentes en Cuba, a donde acudieron cientos de turoperadores y agentes de viajes de España y Portugal”, remarcó la joven directiva.

Destacó que en la concepción de ese modelo de desarrollo turístico sobresale una cartera de oportunidades de negocios con inversión de capital extranjero, en la que se alistan más de 100 proyectos dirigidos no solo al sector inmobiliario pues aparecen ofertas referidas a la actividad extrahotelera y a cómo conformar experiencias renovadoras dentro del destino, más allá de lo que implica el alojamiento en una habitación.

Deseó un buen comportamiento a la venidera temporada a partir de que fructifique un turismo que muestre y despliegue en toda su magnitud las bondades del país, para que acabe  de una vez lo que hoy impide su pleno despegue.

También el investigador y profesor universitario, Jose Luis Perelló, opinó sobre la necesidad de un profundo estudio de las implicaciones en el sector, de una pandemia que obligó a paralizar el mundo.

Insistió en que Cuba padece un cruento bloqueo que ilustra cómo el turismo en esta Isla del Caribe ha estado condicionado a las relaciones con la nación norteña,  y responde a acciones coyunturales, constantes obstáculos, amenazas a empresas extranjeras, multas a agencias de viajes, listas negras para hoteles sancionados y la injusta calificación del país como patrocinador del terrorismo, entre otras acciones.

En lo referente a las estadísticas sobre la recuperación del turismo, apuntó que si bien en otros mercados de la región se triplican incluso las cifras de antes de la reapertura postcovid,  en el caso de un destino como el de Cuba que cerró casi de inmediato sus fronteras para proteger y salvaguardar a la población, la recuperación no será tan rápida como la de quienes en la zona mantuvieron abiertas sus ofertas y paquetes vacacionales.

Las comparaciones en este caso resultan erróneas pues ninguno de esos sitios cuentan con un escenario al que no acuden turistas estadounidenses ni cruceristas impedidos de viajar a la Isla como resultado de medidas extraterritoriales, como las puestas en vigor y arreciadas con la administración de Donald Trump.

El turismo está creciendo y se recupera, pero más que esto se trata de un renacer a partir de transformaciones en función de mayor eficiencia y eficacia en cada producto o servicio que se ofrece; se trata de incluir y emplear nuevas concepciones pues si el mundo cambió, hay que adecuar los paradigmas en el modelo de desarrollo turístico global.

No obstante, aseveró que Cuba debe mantener su apuesta por la oferta de sol y playa, en un destino que resulte cada vez más atractivo, con la búsqueda de una calidad absoluta en las modalidades del Todo incluido sin obviar que más del 70 % de la infraestructura hotelera del país está asociada a los beneficios costeros.

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Acudir a las alianzas, reconfigurar los vínculos con turoperadores y redes hoteleras, y fortalecer  estrategias en función de paliar la situación actual, son acciones para impulsar al turismo en su papel dinamizador de la economía.

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