Para un buen hotelero la carta del éxito no radica solo en las condiciones de la instalación, ni el entorno que lo rodee, sino también en el buen hacer de su colectivo de trabajadores, que con el trato amable y diferenciado, deja huellas en cada visitante.
Tal parece ser esa la clave del hotel Iberostar Daiquirí, con un atractivo diseño colonial, abundante vegetación tropical y una estupenda ubicación en primera línea de playa en Cayo Guillermo, uno de los islotes que integra el destino turístico Jardines del Rey, en la provincia de Ciego de Ávila, en el centro este de Cuba.
Inaugurado el 2 de diciembre de 1998, el establecimiento exhibe con orgullo un alto nivel de repitencia de sus huéspedes, tanto nacionales como foráneos, que siempre retornan atraídos por las excelentes condiciones de la zona para el buceo y la práctica de deportes náuticos, además del ambiente camaraderil que reina en todas las áreas.
Su diseño arquitectónico armoniza con los bien cuidados jardines y áreas exteriores, sin agredir la naturaleza,
Ejemplo de turismo responsable, amigable con el medio ambiente, la instalación desarrolla iniciativas como la eliminación de artículos plásticos de un solo uso, funcionamiento de plantas purificadoras de agua y sustitución de vasijas desechables por otras biodegradables o de materiales duraderos y reutilizables.
Por la destacada incorporación de buenas prácticas de consumo, producción sostenible y economía circular en su modelo de gestión, el hotel Daiquirí cuenta con un reconocimiento de la delegación territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Allí se consigue lo que muchos ejecutivos sueñan: la integración armónica de confort, calidad y buen trato, para dejar en el cliente una impresión inolvidable y la sensación de que siempre lo esperan.