Con el inicio el primero de noviembre de la temporada alta del turismo en Cuba, el hotel La Ermita constituirá, como es habitual, uno de los destinos preferidos por los visitantes foráneos, como ocurre cada año debido a su sorprendente vista al afamado Valle de Viñales.
Inaugurada en 1961 con sus primeras 18 habitaciones, la instalación ostenta numerosos atractivos, pero su mirador desde la terraza central es una de las joyas de la provincia más occidental de Cuba, que permite asomarse a un panorama de naturaleza excepcional.
Declarado Paisaje Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el Valle de Viñales es un sitio de disímiles encantos para quienes se aventuran a descubrirlo. Los singulares mogotes, cuevas y plantaciones campesinas no dejan indiferente a ninguno de los miles de visitantes que cada año recibe.
En este maravilloso entorno, La Ermita ofrece diversas opciones a sus huéspedes, que van desde los servicios gastronómicos en restaurante, bar y parrillada, hasta piscina y recorridos por lugares emblemáticos del municipio pinareño, estos últimos disponibles para reserva en el buró de ventas de la agencia Agencia Viajes Cubanacán, ubicado en la propia instalación.
El hotel, propiedad del Grupo Cubanacán, cuenta hoy con 64 habitaciones dotadas de climatización, minibar, baño privado, televisión satelital, agua fría y caliente, y sus clientes también disponen de conexión a internet, tienda y enfermería. Variadas son las actividades culturales y deportivas diseñadas para los huéspedes, siempre en estrecho vínculo con las tradiciones campesinas de los lugareños.
En Cuba, la provincia Pinar del Río sobresale por sus más de 40 destinos de naturaleza —que incluyen otros sitios como Cayo Levisa, Guanahacabibes, María la Gorda y Cayo Jutías—. Viñales constituye su principal polo turístico y posee productos estrellas como la visita a la Gran Caverna de Santo Tomás y el canopy en la modalidad de aventura.
