Las mejores listas de análisis del turismo mundial han incluido a las playas cubanas, revelando a la isla como destino significativo para los viajes de cara al mar.
El Ministerio de Turismo de Cuba (Mintur) también enunció una relación amplia de balnearios reconocidos para el disfrute de viajeros de todo el planeta, entre los que exaltó a los de la Mayor de las Antillas.
El país caribeño cuenta con más de 200 playas y para ser más precisos, de los 588 kilómetros de estas, 256 forman parte de 12 regiones principales de desarrollo turístico.
Cayo Santa María, por ejemplo, en la región centro-norte cubana es uno de los puntos de recreo más sobresalientes, y antes de la Covid-19, reportaba muchos viajeros repitentes, sobre todo europeos. Incluso ahora está abierto a quienes quieren descansar allí.
Se trata de islotes de arenas blancas y aguas sumamente limpias, característica que acompaña a otros cayos, no menos famosos, de su derredor como Ensenachos y Las Brujas.
Además del disfrute que propone el sol y la playa allí, son sitios ideales para el buceo, el snorkeling, paseos en yate y otras excursiones.
Cayo Santa María cuenta con 13 kilómetros de largo y dos de ancho (18 kilómetros cuadrados). Sus playas alcanzan 11 kilómetros, con nombres significativos como Perla Blanca, Las Caletas, Cañón y Cuatro Puntas.
Por su parte, Varadero, la más famosa del país, es mucho más que una playa.
La formación geológica del lugar proviene de la era cuaternaria y el nombre de la península donde está, Hicacos, responde a un árbol verde de hojas espinosas, típico cactáceo que antaño cubría esta porción de 22 kilómetros de largo.
El nombre de Varadero proviene de ser una costa arenosa de poco calado, en la cual encallaban barcos llevados por la marea.
En 1950 se construyó el primer gran hotel de la playa, el Internacional, renovado ahora con una instalación protectora del medioambiente.
Para 1959 existían en Varadero sólo tres hoteles, y en estos momentos 40 con más de 10 mil 500 habitaciones y un desarrollo aún en perspectiva, convirtiéndose en el eje de recreo de toda la nación.