El XXXI Festival Nacional de Vinos Artesanales Cienfuegos 2024 se desarrolla del 22 hasta el 25 de febrero en la sureña ciudad cubana de Cienfuegos, con la participación de productores de todas las provincias y expertos en vinicultura de la nación antillana.
La organizadora del evento, Norelys Palmero Aguilera, explicó a la prensa que gran parte del programa tiene lugar en la villa Perlazúcar, de la capital cienfueguera, e incluye un taller referido a la cata de vinos, conferencias magistrales, actualización sobre la elaboración de esa bebida, conversatorios, y reunión de directivos de la rama.
Precisó que la segunda parte del encuentro se realiza en el Club Cienfuegos, con una exposición de los diferentes vinos obtenidos en cada territorio, y la premiación de los mejores resultados.
En el festival los productores exhiben sus mejores galas, las buenas prácticas laborales, sus experiencias y tradiciones, habilidades y técnicas, sus dotes naturales y aprendizajes adquiridos, todos con una apuesta por la excelencia en la elaboración, procesamiento y obtención de una bebida que llegó a Cuba hace más de 500 años.
Los vinos artesanales cubanos ganan en calidad, variedad y en imagen, como se demostró en la más reciente edición de la Fiesta Internacional del Vino efectuada en el Hotel Nacional de Cuba, donde por primera vez los productores de esa legendaria bebida acudieron como expositores.
Son muchas las motivaciones para incursionar con mayor fuerza en el mercado. La inserción de vinos locales en el sector turístico podría ser una solución ante la reducción de importaciones en el país y, no son pocos los que apuestan porque su elección por parte de los visitantes, logre convertirse en un atractivo ante la posible elección de un producto nacional marcado con el olor, sabor y color de las frutas tropicales.
En la Perla del Sur
Con una fuerte tradición en la obtención de esos aromáticos productos, Cienfuegos cuenta hoy con 48 vinicultores, organizados en dos clubes: Jagua y Guanaroca.
Precisamente Palmero Aguilera es la presidenta de la asociación provincial de productores artesanales de vino, y mantiene desde 1999 su negocio familiar Bodegas Nory, empoderado en el ámbito cienfueguero, con licores tintos, blancos, rosados, dulces, secos y semisecos, elaborados con fruta bomba, cereza, guayaba y uva.
Desde hace varios años su emprendimiento se convirtió en una mipyme, con encadenamiento a la empresa Apícola para la obtención de miel, y con otros productores agrícolas, quienes les suministran las frutas tropicales frescas.
Ya en 2010 se registran como marca, y hoy sobresalen por la buena acogida y aceptación en el mercado, donde tienen varios clientes ya establecidos y poseen varios espacios de comercialización en las tiendas Cimex y Caracol, la Empresa Mayorista de Productos Alimenticios, Campismo Popular, la extrahotelera Palmares, Artex y en hoteles de Trinidad, así como en otros territorios como Granma, Santa Clara y Varadero.