Preferido entre los admiradores de paisajes naturales espectaculares o de ensueño y cada vez por más viajeros de paso por Cuba, el Valle de Viñales es hoy un Parque Nacional enclavado en la occidental provincia de Pinar del Río, uno de los fértiles llanos relacionados con la Sierra de los Órganos.
Pero se aspira pueda convertirse en el primer Geo Parque Mundial de la Isla, una solicitud en camino y a cargo de científicos y autoridades locales, principalmente del Ministerio de Energía y Minas, a punto de llegar al organismo competente para ratificar tal condición: la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Con 132 kilómetros cuadrados de extensión, es uno de los tres valles de mayor dimensión insertado entre las elevaciones de los Órganos, que junto a la serranía del Rosario forman la Cordillera de Guaniguanico.
La propuesta actual atiende a las características de esa región cubana, con una estructura geológica muy específica y compleja. Abundan los sobrecorrimientos del relieve, con movimientos verticales y horizontales, y predominan ascensos neotectónicos moderados, rocas calizas, además de capas areno-arcillosas con fósiles o ammonites.
Las calizas o karst de Viñales son muy antiguas, del Cretácico Inferior y aparecen sobre las pizarras y areniscas más recientes, formadas en el Cretácico Superior. Pero basta de ciencia, por ahora.
Pasando a un lenguaje más entendible hablemos de los singulares mogotes que ayudan a convertir el paisaje de Viñales en una visión única y deslumbrante, junto a los sembradíos de tabaco y las palmas reales (árbol nacional). Se trata de montañas aisladas y pequeñas, muy carsificadas, laderas abruptas y cimas aplanadas. No están habitadas por el hombre, por lo cual la flora y fauna son virginales y con una a alta diversidad y endemismo.
Como muestra del endemismo del complejo de vegetaciones de los mogotes se encuentra el llamado ceibón o drago (Bombacopsis cubensis) y otra que ha despertado siempre gran interés entre los botánicos, la palma corcho (Microcycas calocoma), la cual tiene allí su único reducto. Por eso es la única planta cubana declarada Monumento Nacional Natural.
Allá no es extraño escuchar el canto del ruiseñor (Myadestes elisabeth) y avistar un ave autóctona como el aparecido de San Diego (Cyanertes cyaneus). Unas 40 especies de reptiles endémicos encuentran su hábitat en el lugar, así como en sus zonas húmedas habita un molusco muy vistoso, nombrado Viana regina, también exclusivo del valle.
Además de Viñales (Monumento Nacional), otros valles como Isabel María, Santo Tomás, San Carlos y San Andrés de Caiguanabo le siguen en importancia. Pero hay muchos más, como existen otros sistemas de mogotes y otras elevaciones entre la Sierra y las alturas pizarrosas del sur.
En general los valles y poljas (más pequeños y fértiles) están ocupados por vegetación cultural o cultivos, con predominio de tabaco, porque son las mejores tierras del mundo para esa planta. Pero también tienen sembradíos de tubérculos comestibles y frutos menores.
En concreto, el hato que hoy ocupa el valle, el poblado y el llamado municipio de Viñales fue mercedado en el siglo XVII por el Cabildo de La Habana y dedicado en sus inicios a la explotación ganadera, según consta en anales.
Generalmente, en otros lugares del planeta donde abunda la geomorfología kárstica o cársica, la vegetación es rala y la fauna visible pobre, algo que todavía no ha ocurrido por aquellos parajes y cabe al hombre esforzarse al máximo por incrementar el manejo adecuado de los recursos naturales, con el empeño de alejar por largo tiempo esa posibilidad. Más, con las amenazas del cambio climático.
Además del predominio de eriales, otra característica del karst en el planeta es su relación o no con la presencia de reservas de petróleo y gas, potentes acuíferos, aguas subterráneas y cavernas labradas milenariamente por esas corrientes. Es muy sorprendente que en esa región de Cuba se combine el verdor de una sana vegetación tropical en los mogotes, la actividad y vida del hombre en los llanos y la geología tan típica de las rocas carbonatadas. Cosas de la naturaleza. Pero hay que estar avisados.
La condición de Geo Parque Mundial pudiera ayudar a canalizar los esfuerzos que ya realizan los expertos multisectoriales de la Isla, y nuevos recursos. Ya existe una red mundial de sitios con esa condición, con experiencias notables, muy fuerte en Europa y Asia. Se podría ganar sapiencia en su manejo bebiendo también de esas fuentes y dando a conocer nuestros logros.
Se dice que en Viñales hay huellas de un meteorito que asoló el planeta hace millones de años y posiblemente causó la extinción de los dinosaurios.
Esta cerca del valle, igualmente del importante sistema cavernario de Santo Tomás, de más de 46 kilómetros de extensión y uno de los más importantes de América, disponible para una visita turística.
También, del llamado Mural de la Prehistoria, construido sobre elevaciones en otro de los valles intramontanos vecinos, el de Dos hermanas. Allí se sintetiza la historia de los primitivos habitantes aborígenes de la región. En fin, acceder al lugar será una experiencia impactante y disfrutable desde cualquier punto de vista. Además de hoteles, vecinos del lugar ofrecen confortable albergue o alquiler en sus viviendas, en puro contacto con la vida del cubano genuino de la campiña. El carismático guajiro de a caballo.
Aunque no dentro del perímetro del sin par valle, el hotel Los Jazmines, cerca del poblado El Moncada, ofrece una vista esplendorosa del citado sitio. Hay viajeros que se han quedado especialmente embrujados con la visión de Viñales al amanecer en medio de una bruma particular que realza y da misterio a los irrepetibles relieves que el sol pone al descubierto poco a poco. Inolvidable.