En la provincia cubana de Holguín, la restauración del histórico hotel Saratoga reafirma el potencial y las virtudes que posee la capital regional para el desarrollo del turismo de ciudad.
Este alojamiento —que será operado por el grupo Cubanacán— formará parte del Complejo Hoteles E Holguín, junto a los cercanos Caballeriza y Esmeralda.
Según precisó Daymara Reyes Brizuela, directora general del Complejo, además de hospedar mayor número de personas interesadas en las bellezas de la urbe provincial, la instalación favorecerá igualmente al turismo religioso pues en sus cercanías hay importantes templos cristianos. También ensanchará las posibilidades de realizar eventos de negocios, comentó la funcionaria.
Su ubicación es uno de los atractivos esenciales. Está en el mismo corazón de la ciudad y desde las habitaciones y la azotea (en esta se planea construir un mirador) es posible divisar el cercano parque Calixto García, sitio donde late con fuerza peculiar el espíritu holguinero, así como la Loma de la Cruz, que hace guiños a las personas para que la remonten a través de los 458 peldaños de su escalera de concreto.
“El Saratoga, dada su condición de edificio patrimonial, conserva el ambiente doméstico que defienden los Hoteles E. Los huéspedes se sentirán en casa, situación propiciada por el personal de servicio y la peculiaridad de la decoración y ambientación, que contienen objetos y recuerdos en general de las personas que los habitaron”, explicó Reyes Brizuela.
Por su parte, el arquitecto Rodolfo Quilez de la Torre —quien, en representación de la inmobiliaria del Ministerio del Turismo en Holguín, actúa como inversionista del proceso— aclara que este se encuentra al 99 % de ejecución y transita por la etapa de pruebas y puesta en marcha de los sistemas tecnológicos.
“El renacimiento del hotel se debe al talento de un equipo de especialistas de la Empresa de Proyectos Vértice”, asegura.
En las 12 habitaciones (seis dobles y seis matrimoniales, incluida una suite), así como en el recibidor y lobby, las escaleras, los corredores y el patio, se aprecia la exquisitez de los proyectistas y ejecutores.
El edificio fue construido en 1913 y posee los rasgos propios de la arquitectura ecléctica predominante en Cuba a principios del siglo XX. Se distingue por las 14 columnas de seis metros de alto que rodean el patio interior, y tuvo como primer propietario a Rodolfo Socarrás García, médico que alcanzó el grado de teniente del Ejército Mambí.
Durante varios años funcionó como sede bancaria, hotel y ferretería. Ahora, tras la renovación que ya casi termina, dará la bienvenida nuevamente a los viajeros que arriben a la hermosa “Ciudad de los Parques” en el oriente de Cuba.