El reconocimiento al Museo de las Parrandas, de Remedios, como el mejor durante el año 2022 entre los más de 300 existentes en toda Cuba, es un hecho admirable de la vida artística en esa ciudad del centro del país. El Comité Cubano del ICOM (Consejo Internacional de Museos) le otorgó ese prestigioso galardón por el trabajo integral y sostenido en su desempeño museológico, en la protección y manejo de sus colecciones y en la comunicación con la comunidad.
Detalles sobre la interesante gestión de esa institución ofrecieron los especialistas Erick González Bello y Juan Carlos Hernández Rodríguez, sus principales directivos, quienes recordaron que su creación fue una respuesta al reclamo popular, encabezado por un grupo de soñadores que quisieron contar con un espacio en esa urbe donde poder conservar, promover, estudiar y salvaguardar una expresión cultural, patrimonio de las comunidades portadoras y reservorio de su memoria histórica.
«Una memoria que es herencia de culturas ancestrales, que comenzaron a emerger a comienzos de 1820 y terminaron por definir el particular modo de ser cubanos, los habitantes del centro norte de Cuba», afirmaron los expertos, citados por la prensa local en la provincia de Villa Clara.
Destacaron que las colecciones que se atesoran son fruto del desprendimiento de este importante grupo social denominado parranderos/parranderas, quienes ofrecieron sus bienes personales para ponerlos al servicio de la cultura local.
Con los años se fue erigiendo un centro rector del patrimonio cultural inmaterial, inclusivo de otras muchas expresiones populares que —a través de eventos, publicaciones, asesorías a gobiernos y comunidades, y presencia en la televisión, la radio y las redes sociales, ha sabido conducir los destinos de un patrimonio sensible y vivo, subrayaron los estudiosos.
Se refirieron a las actividades de 2022, cuando tras una etapa tan difícil como la vivida por el mundo debido a la pandemia de la Covid-19, el Museo de las Parrandas, con la esperanza de festejar el anhelado bicentenario de esa tradición, comenzó a fortalecer los nexos comunitarios desde el acompañamiento, algo que ya había liderado antes de la inserción de las parrandas en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en el 2018, y la defensa a ultranza de una expresión totalizadora del pensamiento sociocultural.
Cuentan desde 2022 con proyecciones y líneas de trabajo bien definidas: el fortalecimiento de la memoria histórica entre las nuevas generaciones, la revitalización de la trasmisión generacional de las técnicas y saberes que fueron reconocidos por la Unesco, el diseño y creación de contenidos inteligentes que logren un raport con los públicos a partir de la emoción visual y cognitiva, y ante la crudeza de los nuevos escenarios económicos, así como la socialización de una propuesta de «Ruta para la sostenibilidad de las parrandas del centro de Cuba».
El Museo de las Parrandas recibe constantes visitas del público ávido por conocer sus tesoros, y dentro de su programación habitual se diseñan acciones que demuestran una madurez en la proyección institucional, además de fortalecer el sistema de talleres destinados a la gestión del patrimonio con los diferentes niveles de la enseñanza.
Una línea importante del trabajo de esa entidad ha sido siempre la creación de ensayos publicados en libros y revistas de alto impacto, frutos de la investigación científica que han alcanzado reconocimientos como el Premio Anual de Investigación Cultural (otorgado por el Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello en 2003 y 2018) y el Premio Academia (concedido por la Academia de Ciencias de Cuba en 2019).
Es imprescindible mencionar el regalo que Ediciones Polymita le hiciera al bicentenario de las parrandas con la gestación del libro Las parrandas de Remedios. 200 años de historia y tradición, de la autoría de Erick González Bello y Juan Carlos Hernández Rodríguez, con las espléndidas fotografías de Julio Larramendi.
La investigación es una herramienta que fortalece el perfeccionamiento de los servicios culturales que brinda la institución; motivo por el cual hoy el Museo de las Parrandas es unidad docente y laboral de la Facultad de Humanidades de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas.
El museo se ha propuesto continuar con la solidez del trabajo, sedimentado en la especialización y profesionalismo de todo su colectivo, tanto técnico como de apoyo a la actividad cultural, siempre comprometidos con la salvaguardia de un patrimonio cultural que nos trasciende.
El Museo de las Parrandas fue seleccionado por Ibermuseos para representar a Cuba en la Jornada Iberoamericana Museos y Sostenibilidad: herramientas, prácticas y estrategias, a celebrarse en la ciudad de Brasilia entre los días 4 y 7 de julio.
Dicho evento será espacio para la superación sobre las prácticas sostenibles que atraviesan las cuatro funciones primarias de los museos: la conservación, la investigación, la comunicación y la educación, cohesionadas por la gobernanza, transversal a todas estas.
En cuanto a la estrategia para reflejar y conservar tantos años de historia, trascendió que la clave está en el compromiso, sentido de pertenencia, profesionalismo, superación constante y, sobre todo, en caminar juntos como equipo en la misma dirección.
Además de los procesos de conservación a que se someten las colecciones y el propio edificio, destacan los altos grados de satisfacción que expresan los visitantes, nacionales y extranjeros, y el disfrute que representa para el público asistir a cada propuesta que diseñan.
Desde que en el 2013 la institución reformuló su nombre como Museo de las Parrandas, comenzaron un constante bregar (acompañamientos, talleres, recepción de valiosas piezas, presencia en eventos) en pos de la salvaguarda de todas y cada una de esas joyas del patrimonio latinoamericano; riqueza cultural aún no protegida desde todos los ámbitos sociales que tienen compromiso con ella.
Ser reconocido como el mejor museo del país representa un gran compromiso con la historia y con la memoria histórica de las generaciones que les legaron un patrimonio semejante. Saber que se reconoció el Museo de las Parrandas como el Museo del Año en Cuba, durante el 2022, implica para todo el colectivo, ante todo, un noble motivo: vislumbrar que el camino es arduo, lleno de obstáculos, pero muy útil y hermoso.