La industria turística cubana, sector vital para el país, comienza a reabrirse en el período poscovid-19, en principio para vacacionistas nacionales, y el mes próximo para visitantes internacionales en las áreas de los cayos.
Los cubanos pueden optar hoy para este verano por las diversas ofertas del campismo popular, y agentes de viaje y turoperadores pueden vender viajes a extranjeros para estancias a partir del 1 de julio, según reseñó la agencia Prensa Latina.
De estas aperturas se exceptúan La Habana y Matanzas, las dos provincias occidentales que todavía presentan casos activos de la covid-19, y bajo un control estricto de las autoridades sanitarias.
En el programa televisivo Mesa Redonda, el ministro de Turismo, Juan Carlos García Granda, expuso, entre las medidas previstas para la segunda fase, el reinicio de las operaciones con turismo internacional en los hoteles de Cayo Largo, Cayo Coco, Cayo Guillermo, Cayo Cruz y Cayo Santa María, siempre garantizando el aislamiento social.
Los grupos hoteleros Gaviota, Cubanacan y Gran Caribe comenzarán las operaciones de forma coordinada y paulatina en función de la demanda y la circulación de los vacacionistas.
Esto, añadió el titular, solo ocurrirá al interior de los cayos donde tengan sus reservaciones, para lo cual se ofertarán excursiones y se reactivará la actividad náutica y las operaciones en las marinas internacionales de los polos turísticos aprobados.
También explicó que en esa segunda fase comenzará la renta de autos, pero solo en el interior de los polos que se comercialicen para el turismo internacional.
En ese periodo, se continuarán adoptando las medidas sanitarias de la primera fase y se añadirán otras como la realización de la prueba PCR a la llegada al país del visitante, en tanto el movimiento de los turistas solo podrá ser dentro de los límites del polo donde se encuentren alojados; habrá vigilancia clínico-epidemiológica en las instalaciones hoteleras durante las 24 horas y se crearan condiciones en las instalaciones para el aislamiento de turistas con síntomas respiratorios.
Informó además el titular de Turismo que en la tercera fase se mantendrán todos los requerimientos higiénico-sanitarios establecidos desde la primera fase, aunque se activará la comercialización de todo el destino con los turoperadores y las agencias y se restablecerán las operaciones de circuitos, limitado a un número determinado de clientes.
Los hoteles e instalaciones en reapertura, se informó, tendrán que exhibir una certificación nombrada Turismo más higiénico y seguro (T+ HS), entregada por equipos de control de los ministerios de Turismo y de Salud.
Esta certificación es válida tanto para campismos, en el caso del turismo nacional, como en los turistas extranjeros cuando lleguen los primeros grupos.
Los protocolos para la primera fase incluyen la certificación mencionada, vigilancia clínica-epidemiológica, control de temperatura de clientes y trabajadores, y recortes en cuanto al empleo del espacio.
Entre 30 y 50 por ciento de reducción de los espacios en piscinas, ascensores, restaurantes y otros espacios, distancia de 1,5 metros entre tumbonas en las playas, el empleo de mascarillas y la responsabilidad de los empleados garantizarán la salud de los turistas, señaló Prensa Latina.