La berenjena es un alimento de origen asiático que se ha popularizado en todo el mundo gracias a su característico sabor, su versatilidad en la cocina y su composición nutricional, que nos aporta muchos de los nutrientes necesarios para mantenernos sanos. Cuenta, además, con propiedades que la convierten en un ingrediente perfecto para tratamientos de belleza. España es el mayor exportador de Berenjenas del mundo, siendo Andalucía la mayor zona de producción de nuestro país con 230.000 toneladas anuales, seguida de la Comunidad Valenciana, con 12.400 toneladas.
El nombre «berenjena» proviene del árabe «al-badinjan», que a su vez proviene del sánscrito «vatimgana». Los primeros cultivos de este alimento se dieron hace unos 4.000 años en el subcontinente indio. Desde allí, pasó a Persia y después a Egipto, antes de dar el salto a toda la cuenca del Mediterráneo, donde pronto se convirtió en un alimento básico en la dieta de diferentes culturas.
La berenjena se introdujo en China a través de las rutas comerciales de la antigua Ruta de la Seda. En Europa fue introducida en la Edad Media por los árabes, quienes la consideraron un alimento afrodisíaco y la utilizaron en la medicina tradicional para tratar enfermedades como la epilepsia.
A partir del siglo XVII, la berenjena se extendió por todo el mundo y actualmente se cultiva en numerosos países, como España, Italia, Turquía, China, India o Estados Unidos.
La berenjena es baja en calorías y rica en nutrientes, además de ser un alimento muy versátil que ayuda a mantener una alimentación equilibrada. Sus principales propiedades:
1. Contiene fibra
Una ración (200 g) de esta hortaliza aporta 2,4 g de fibra, sobre todo se encuentra en la piel. La fibra es un componente vegetal que favorece el tránsito intestinal, mejora la digestión y previene el estreñimiento. Además, la fibra absorbe el llamado «colesterol malo» y ayuda a eliminar toxinas.
2. Fuente de antioxidantes
Este alimento es fuente de flavonoides, unos componentes que tienen acción antioxidante, en particular antocianinas, que además de ser responsables de su característico color morado, ayudan a proteger las células del cuerpo de los efectos nocivos de los radicales libres.
3. Bajo contenido en grasas y sodio
La berenjena es baja en sodio y grasas, por lo que es adecuada para personas con hipertensión y problemas cardiovasculares. Se considera, además, un alimento ideal para ser introducido en dietas, por su bajo aporte calórico, ya que más de un 90% de su peso es agua.
4. Rica en vitaminas y minerales
Se trata de un alimento que aporta vitaminas y minerales esenciales para el organismo, como vitamina C, ácido fólico, potasio y hierro. Es, por tanto, un ingrediente que, incluido en riquísimos platos, resulta excelente para la salud.
Las distintas variedades de berenjena se diferencian por su forma, tamaño y color. Entre las mas comunes se encuentran las siguientes:
Berenjena negra: es la más común. Tiene forma ovalada y la piel de color morado oscuro.
Berenjena blanca: con su forma redondeada, destaca por su piel blanca o amarilla.
Berenjena rayada: la caracterizan su forma alargada y su piel verde con rayas blancas.
Berenjena japonesa: es más pequeña que la berenjena tradicional y tiene la piel de color morado oscuro.
La berenjena es un ingrediente versátil y delicioso, que se puede utilizar en una amplia variedad de recetas, algunas de ellas:
Moussaka: plato griego tradicional hecho con capas de berenjena, carne picada y salsa de tomate.
Berenjenas a la parmesana: receta italiana elaborada con láminas de berenjena rociadas con aceite de oliva y cocinadas al horno, cubiertas con queso parmesano y salsa de tomate.
Baba ganoush: es una especie de crema espesa de berenjena asada, con tahini, ajo y limón, típica de la cocina mediterránea.
Berenjenas rellenas: este plato se realiza cortando la berenjena por la mitad y vaciando el interior, que se mezcla con carne picada, cebolla, ajo y especias. Después se vuelven a rellenar las mitades y se cocinan en el horno.
Curry de berenjena: plato de inspiración india que contiene, como ingredientes principales, berenjena, cebolla, ajo, jengibre, especias y tomate.
Ensalada de berenjena: esta ensalada mediterránea puede llevar berenjena asada, pimientos, tomates, pepino, aceitunas y queso feta, entre otros ingredientes.
Rollo de berenjena: para prepararlo se necesita cortar la berenjena en rodajas finas. Tras asarlas, se rellenan con queso ricotta y espinacas antes de enrollarlas y meterlas al horno.
Estos son solo algunos platos, pero la berenjena se puede usar en muchas otras recetas, como lasaña vegetariana, sopa de berenjena, puré de tomate y berenjenas, o tortilla de berenjenas, entre otras.
Además, la berenjena contiene vitaminas y antioxidantes que pueden ser beneficiosos para la piel y el cabello. Los expertos nos muestran algunos de los tratamientos de belleza con berenjena que se pueden realizar en casa:
Mascarilla facial de berenjena
Gracias a su contenido en vitamina C y ácido fólico, la berenjena ayuda a mantener la piel joven y radiante, previniendo la aparición de arrugas y manchas. Se puede hacer una mascarilla facial casera mezclando la berenjena con yogur natural y miel.
Tónico facial de berenjena
Para hacer un tónico facial de berenjena casero hay que hervir una berenjena en agua durante 10 minutos y después dejar que se enfríe. Ayuda a reducir la inflamación y la irritación de la piel, y puede ser especialmente útil para personas con piel sensible.
Champú de berenjena
La berenjena puede ayudar a reducir la acumulación de aceite en el cuero cabelludo y mejorar la salud del cabello. Gracias a su contenido en vitaminas y minerales, la berenjena ayuda a fortalecer el cabello, previene su caída y mejora su brillo.
Acondicionador de berenjena
Se puede hacer un acondicionador de berenjena casero mezclando la pulpa de una berenjena con aceite de oliva y miel. Tras aplicar la mezcla en el cabello, se deja actuar durante unos minutos antes de enjuagar. Ayuda a nutrir el cabello y a mantenerlo suave.
Curiosidades sobre la berenjena
La primera documentación sobre la berenjena en lengua castellana se encuentra en el Cancionero de Baena, del siglo XV. Al principio, su consumo no estaba muy extendido, probablemente por su aspecto y su sabor, ligeramente amargo. Pero con el paso del tiempo sus propiedades la han llevado a ser como uno de los alimentos estrella de la dieta mediterránea.
Algunas culturas la atribuyen propiedades afrodisiacas, mientras que en países como Italia se la considera un símbolo de buena suerte, por lo que se utiliza como amuleto para alejar el mal de ojo.