Sacerdotes yorubas emiten Letra del Año 2020

Oshún, reina de las aguas dulces, del amor y la fertilidad, es la divinidad regente en este 2020, en el que debe primar la honestidad como política, según la Letra del Año emitida por la Sociedad Cultural Yoruba de Cuba.

La orisha de los cultos afrocubanos, sincretizada con la católica Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, estará acompañada por Obatalá, creador de todo lo que habita la Tierra, dueño de la inteligencia, los pensamientos, los sueños humanos y de todo lo blanco.

Como cada año, los sacerdotes cubanos de Ifá (babalawos) de mayor tiempo de iniciación se reunieron en La Habana desde la Nochevieja hasta el primer día de enero para dar a conocer la Letra del Año, que contempla una serie de consejos para tener una mejor vida durante el período que comienza.

Este año se previene no decir mentiras, no robar ni apropiarse de algo indebidamente, y no engañar al cónyuge, para evitar la mala fortuna, la ira de los orishas y la vergüenza.

También se recomienda no pagar el bien con el mal “para evitar el desastre lento que calaría en nuestras vidas dolorosamente”, y no usar vestidos de color rojo ni nada que tenga pintado un mono de cualquier especie.

Las predicciones advierten contra las enfermedades del sistema reproductor, las de transmisión sexual y las derivadas del consumo de alcohol, así como sobre la impotencia a temprana edad, como consecuencia de problemas de próstata en los hombres y el abuso de fármacos y preparados para aumentar la virilidad.

Alertan asimismo sobre epidemias debido a la mala higiene e indisciplina social, el incremento del consumo de drogas y estupefacientes, así como el quebrantamiento de la familia tradicional por promiscuidad, falta de autoridad y pérdida de valores.

Entre las prohibiciones que rigen el nuevo año están “no comer okra (quimbombó) para evitar la humillación y la decepción”, y “no comer akra (pastel de frijoles) para evitar la mala suerte”, y se sugiere la disminución de la ingesta de carne de cerdo.

La Letra, tradicionalmente esperada por numerosos creyentes en Cuba y el mundo, llama a prestar atención al tema comercial para evitar el fraude, la malversación, el engaño y adulterio, y recomienda enterrar a los muertos, pues es el “momento de establecer nuevos patrones, tanto de conducta como de actuación, es el momento de desterrar de nuestras vidas todo aquello que es caduco”.

 

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