Un grupo de féminas cubanas, integradas en el proyecto sociocultural “Mujer y vino”, confirmaron en el emblemático e histórico Restaurante Bar 1830, de La Habana, su pasión por esa milenaria bebida, y sus beneficios y bondades para la salud humana.
Bárbara Betancourt, especialista al frente proyecto, explicó que en esta oportunidad las participantes pudieron degustar un coctel de bienvenida (una cava) Brut Castell Blanc de UCSA Freixenet, que estuvo conformado por angostura de naranja y un Very Pech espumoso con sabor a melocotón, denominado “Labios” (sparkling).
Inmediatamente después, precisó la también bartender del Café Concert Gato Tuerto, cataron un vino rosado Sartori Murari, de Italia, que es comercializado por la compañía Jacques Scott & Company, distribuidora también en Cuba de la marca Viña del Pedregal.
Recordó Betancourt que estos encuentros se realizaban mensuales desde 2010, fecha fundacional, pero hoy se hacen cada tres meses, debido al suministro, con el objetivo de reunir a aquellas mujeres de la Isla caribeña interesadas en aprender de la cultura vinícola internacional, y ahora ya agrupa a más de 120 féminas de diferentes oficios y profesiones.
El proyecto trata además de inculcar la cultura del vino en el sector femenino, principalmente juvenil, sea sommelier, peluquera o ama de casa, de manera que puedan ampliar sus conocimientos sobre las propiedades, las diferentes marcas y compañías, y los principales países productores, señaló.
Significó que esta última cita reunió a chefs, cocineras, cantineras, profesoras, periodistas, empresarias, estudiantes de turismo y gastronomía y representantes de diferentes hoteles, restaurantes y de firmas y empresas comerciales como la Corporación Cuba Ron S.A. y Havana Club International S.A.
Perteneciente a la Empresa Extrahotelera Palmares S.A., el citadino Restaurante-Bar 1830 dispone hoy de nuevos espacios, entre ellos, uno en el que los clientes pueden catar o adquirir vinos de diferentes marcas, compañías y naciones.
(Yuri Muñoz)