Cuarenta años después de su apertura, el Palacio de Convenciones de La Habana se ha consolidado como una de las principales instituciones de su tipo en América Latina, inmerso ahora en un importante proyecto de cambios para modernizar y mejorar sus servicios.
Inaugurado en septiembre de 1979 para acoger la VI Conferencia Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, el Palacio ocupa una superficie de alrededor de 60 mil metros cuadrados en un atractivo entorno en el que prima el verde de la vegetación y está conectado al hotel Palco, de cuatro estrellas.
Dispone de un amplio salón plenario para más de mil personas, nueve salas de conferencias, una para posters y tres multipropósito, entre otras dependencias que incluyen servicios gastronómicos, de ventas y atención médica.
Tras la conferencia inaugural, muchos pensaban que la instalación se convertiría en un “elefante blanco” improductivo, contó a Más Cuba Abraham Maciques Maciques, a quien el líder cubano Fidel Castro había encomendado que se encargara de ejecutar la inversión de la obra.
Su propuesta de convertir el sitio en un centro de ferias y convenciones fue la aceptada, entre otras presentadas, y así “el Palacio comenzó a jugar un papel económico importante para el país”, rememoró su fundador y actual presidente del Grupo Empresarial Palco, al cual pertenece el inmueble.
Un turista de congreso gasta 4-5 veces más que un turista promedio, y el intercambio entre cubanos y extranjeros en sectores como la ciencia, la tecnología, la cultura… también ha contribuido al desarrollo del país, citó entre otros ejemplos.
El Palacio de Convenciones de La Habana, añadió, ha contribuido asimismo a romper el bloqueo económico y político que ha impuesto Estados Unidos contra Cuba, porque los extranjeros que vienen a eventos han podido tener contacto directo con el pueblo, ver la auténtica realidad cubana.
Organismos Internacionales como la ONU, la FAO, la Unesco, el Grupo de los 77, la Asociación de Estados del Caribe y los No Alineados, entre otros, han solicitado la organización y realización de numerosas reuniones al Palacio, que ha sido sede permanente de las sesiones ordinarias y extraordinarias de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) de Cuba.
En estos 40 años hemos celebrado más de tres mil 500 congresos, con casi dos millones de participantes, precisó Maciques, quien destacó entre los valores de la institución la profesionalidad y el sentido de pertenencia de su colectivo de trabajadores, con un promedio de 27-28 años de permanencia en el centro.
El Palacio está envuelto en un amplio proyecto para ejecutar en 5-6 años, para actualizarlo con las tecnologías más modernas que hay en el mercado, como parte del cual ya se cambió todo el sistema de iluminación y se instaló un equipamiento de audio nuevo, de punta, en la sala plenaria, y se prevén algunos cambios en el diseño actual del inmueble.
No nos vamos a estancar, aseguró Maciques, el Palacio tendrá cada vez mejores condiciones, y estamos trabajando mucho en perfeccionar la organización y la promoción de los eventos, y la profesionalidad del personal.