Sobre el origen del boniato, como es llamado en Cuba, existen opiniones divergentes, pero nadie duda de la utilidad de este tubérculo, tanto por su empleo directo en la alimentación como por su uso como materia prima en la industria.
En América Latina recibe diversos nombres: batata, camote… y tiene variadas formas de preparación. En Cuba, donde se cultiva desde la época precolombina, se consume como guarnición de diferentes platos, hervido o frito, como componente de sopones, en purés… y es el ingrediente rey de variados dulces típicos.
El boniatillo es uno de ellos, del cual ofrecemos una singular receta del chef Carlos Valmaña Sánchez.
Ingredientes
2 libras de boniato
300 g de azúcar
1 libra de coco rallado
Colorantes vegetales
12 unidades de flores de marpacífico
Preparación
Lavar y pelar los boniatos, colocarlos en una olla con 200 g de azúcar, añadir agua solo hasta que los cubra y cocer hasta que se ablanden; retirarlos, hacer un puré y conformar bolas medianas.
Para la tierra de coco: mezclar el coco rallado con 50 g de azúcar y colorante a gusto; poner en el horno a secar hasta que quede crujiente y seco, y reservarlo.
Para el coulis: triturar las flores previamente lavadas y cocinar con 50 g de azúcar hasta que espese, aproximadamente 10-15 minutos.
Emplatado:
Conformar tres bases con el crocante de coco, colocar encima las bolas y en la parte superior hacer un hoyo e inundar con el coulis, decorar con menta o yerba buena.