El humor en la medicina en Cuba tiene una vieja frase campesina que se refiere al “ungüento de la magdalena” en alusión a un producto o planta que lo cura todo o casi todo, de ahí que cuando de vez en vez aparece en los medios algo por el estilo se bautiza de ese modo.
Y es el caso que de un tiempo a esta parte, no solo en esa Isla caribeña, sino en el resto del mundo, los seres humanos buscan una solución a sus dolencias y calidad de vida no solo mediante medicinas, sino también de remedios caseros a partir de la medicina tradicional que se apoya en plantas de distintos tipos.
En ese sentido, la medicina tradicional china y, en sentido general, la asiática influye de manera notable mediante tratamientos milenarios que en muchos casos resuelven variados problemas clínicos. Pues ahora, una moda al parecer sumamente saludable la aporta la cúrcuma.
Si el lector indaga en Internet en estos momentos y coloca tal palabra en el buscador encontrará innumerables artículos inclinados al consumo de este producto natural, por lo que, al margen de los sueños de los seres humanos, los médicos tienen en cuenta las cualidades que se les concede a productos naturales, en suma, mejores que los químicos. No obstante, una recomendación saludable es consultar con su médico cualquier tipo de esta ingestión, pues no por ser natural las plantas son totalmente inocuas.
Pero, ¿qué es la cúrcuma?
Entre los múltiples beneficios de la cúrcuma encontramos que sus componentes pueden ayudar a prevenir desde enfermedades cardíacas (reduce el colesterol), hasta trastornos depresivos, a mejorar el estado de ánimo, de ahí que nos viniera a la mente esa graciosa frase de “ungüento de la magdalena”. Pero tiene mucho de milenaria, aunque ahora el occidental la “descubra” o por lo menos que los médicos occidentales se aproximen a tal producto.
La cúrcuma es una especia muy usada en la India y el sudeste asiático, de donde es originaria la planta (en la actualidad se cultiva en otras regiones cálidas y húmedas). Se usa desde hace más de 4 000 años en la gastronomía y también en la medicina. Es muy variado el espectro que la acompaña en cuanto a beneficios, pues para los problemas de estómago la cúrcuma es una buena aliada.
Esta especia estimula las secreciones y ayuda a la digestión, es recomendada para personas con dispepsia, falta de apetito, gastritis, digestión lenta, debido a sus principios activos, que colaboran en producir más jugos gástricos y pancreáticos, sirviendo a su vez para equilibrar el pH en estos órganos.
También se emplea para evitar la flatulencia, pues es carminativa, ayudando a eliminar los gases que se alojan en el intestino, y además se aconseja para evitar cólicos intestinales o para la atonía estomacal.
Sus ventajas no paran ahí, pues ayuda en los problemas hepáticos al ser excelente tónico biliar que protege las funciones del hígado, y ello debido a la curcumina (compuesto que le otorga su característico color amarillo anaranjado).
También posee otras sustancias muy buenas para este órgano y propicia la eliminación de las piedras en la vesícula biliar, es antiinflamatoria, favorece el drenaje hepático, es eficaz para poder digerir mejor las comidas copiosas y se recomienda en pacientes con cirrosis, ictericia, trastornos hepáticos y de vesícula, ya mencionados.
Por si fuera poco, se recomienda para tratar algunos tipos de cáncer, ya que las investigaciones médicas demuestran que la cúrcuma contiene 10 compuestos anticancerígenos, sirviendo para los casos de traumas de mama, duodeno, piel y colon, mientras ayuda en los tratamientos y a erradicar efectos secundarios que tienen los medicamentos contra esta enfermedad, como es el caso de la quimioterapia.
En otras esferas también es buena. gracias a sus propiedades antiinflamatorias. La cúrcuma es un aliado para los pacientes que sufren de reuma, artritis y síndrome del túnel carpiano (en la muñeca, algo muy frecuente en la actualidad por el uso excesivo del teclado de ordenador). La cúrcuma tiene muchos componentes estimulantes para el sistema nervioso y además, ofrece buenos efectos sobre el sistema inmune y los estados de ánimo.
Representa asimismo una protección para los problemas respiratorios, tratar la bronquitis de manera natural y proteger el organismo de los radicales libres, extrayendo del cuerpo todo lo que nos enferma.
Sirve para atenuar las consecuencias del estrés también, así que si tenemos en cuenta todas estas recomendaciones, se trata sin dudas del mencionado “ungüento de la magdalena” que lo cura todo.
Esta especia proviene de una planta perenne herbácea, que alcanza una altura de hasta un metro, con rizomas muy ramificados, de color amarillo a naranja, cilíndricos y aromáticos. Las hojas están dispuestas en dos filas que se dividen en vaina de la hoja, pecíolo y lámina de la hoja. A partir de las vainas, se forma un tallo falso.
El pecíolo es de 50 a 115 centímetros de largo. Las láminas foliares simples suelen ser de una longitud de 76 a 115 centímetros y raramente de hasta 230. Tienen una anchura de 38 a 45 centímetros y son oblongas hasta el estrechamiento elíptico en el ápice, según la describen los botánicos.
Un buen alimento
Realmente, su nombre científico es Cúrcuma longa, planta perteneciente a la familia del jengibre. Dado su color intenso, se usa como colorante para los alimentos, como el arroz. Es uno de los principales ingredientes de las salsas, guisos y otros platillos de Oriente, sudeste asiático y Medio Oriente.
Es conocida como un azafrán, presente en la comida de China, Tíbet, Indonesia e India. En la industria alimenticia actual se la denomina “E100”, sirve como colorante para mantequillas, quesos, mostazas y batidos, siempre en proporciones muy pequeñas por lo que casi ni se distingue su sabor.
Es uno de los componentes del curry en polvo, lo que le otorga ese color amarillo fuerte. Para cualquier preparación en una olla, la cantidad correcta de cúrcuma es una cucharita de postre y se combina muy bien con otras especias como la pimienta o el comino. Puede emplearse para todos los platillos con arroz, pastas, sopas, salsas, legumbres, ensaladas, y verduras hervidas. También se usa para platos con huevo y pescado, y una de las recetas más conocidas es el pollo al curry o los pinchos de pescado. Es un sustituto ideal del azafrán, porque la cúrcuma es menos costosa aunque con un sabor diferente.
Con una cucharada de esta especia y mayonesa puede hacerse una salsa deliciosa (también con crema de leche). Si bien en la medicina tiene múltiples beneficios, referente a la culinaria es igual de multifacética.
No obstante, aunque son más los beneficios que los perjuicios los médicos alertan que la cúrcuma debe consumirse en cantidades moderadas; en exceso, puede traer efectos secundarios y se indica que las mujeres embarazadas no deben ingerirla, ni las personas con gravedad comprobada en cuanto a problemas de vesícula biliar.
Las propiedades de la cúrcuma fueron utilizadas por primera vez en la India entre 610 y 320 a. C. En aquella época se consumía como colorante para la lana. A lo largo de la historia se empleó para colorear partes del cuerpo, pero su uso más extendido fue de colorante textil.
En algunos países de Hispanoamérica es conocida como palillo, y en otros, como Colombia, como azafrán de raíz. Es un condimento muy utilizado en la cocina tradicional y se comercializa tanto la raíz como el polvo. También se emplea mucho en Okinawa, Japón, donde se sirve junto al té.
Algunos nombres comunes de la Cúrcuma longa son polluelo, azafrán cimarrón yuquilla (Cuba), turmérico, jengibrillo (Puerto Rico), palillo cholón, palillo chuncho, guisador, palillo (Perú, Bolivia).
Donde se comercializa en Cuba,en Villa Clara la curcuma