La Tumba del Mambí Desconocido en el Capitolio de La Habana

Para los viajeros interesados en el turismo histórico o que buscan admirar valores artísticos y arquitectónicos patrimoniales, una visita a la recién abierta al público Tumba del Mambí Desconocido, en la misma matriz del Capitolio Nacional de La Habana, es una opción interesante.

Situado en el bello Paseo del Prado, una suerte de puerta a lo que será caminando hacia el este de la ciudad el Centro Histórico, el edificio de corte neoclásico y ecléctico a la vez del Capitolio actualmente recibe una remodelación general para convertirse en la sede del Parlamento Cubano, con los requerimientos de la modernidad.

La cripta al Mambí Desconocido es una de las múltiples joyas que atesora la institución, que incluyen valiosas y monumentales esculturas, suntuosos salones, artesonados de maderas preciosas cubanas y escalinatas que hablan de los ecos del arte neoclásico en esta isla tropical y su influencia en los años 30 del siglo XX, cuando fue construido.

Allí descansa, simbólicamente, el “fundamento moral, político e histórico de la nación: los restos mortales de un soldado cubano desconocido, a cuyos esfuerzos y sacrificios sin nombre, se debe el nacimiento de Cuba como República”, dijo el Historiador de La Habana, el doctor Eusebio Leal, el día de apertura del admirable conjunto funerario.

Allí conocerá que el vocablo mambí designa con honor y un alto sentido de la identidad nacional a cada uno los primeros combatientes del Ejército Libertador, a aquellos que se alzaron a partir del 10 de octubre de 1868 a combatir por la independencia del país. También así se llamó al ejército de combatientes heroicos y abnegados, que muchas veces descalzo y al filo del machete libró batallas memorables por su noble ideal.

La impresionante cripta se encuentra abierta al público de 8:00 a.m. a 12 del mediodía, y de 1:00 a 4:30 p.m. Se trata de una sala con forma de bóveda, justo debajo de la rotonda del Salón de Los Pasos Perdidos, y en el eje vertical coinciden el centro de la cúpula, el afamado diamante que marca el km 1 del país y la Llama Eterna de bronce y mármol que corona el recinto.

Una lámpara votiva ilumina la Tumba del Mambí Desconocido, la cual se yergue sobre una piedra de mármol. Allí reposan los restos mortales reales de un soldado cubano desconocido, “a cuyos esfuerzos y sacrificios sin nombre, se debe el nacimiento de Cuba como República”, ha opinado el doctor Leal Spengler.

A su alrededor, las banderas de las naciones latinoamericanas vinculan la gesta independentista de Cuba con la de la gran Patria Grande de Bolívar. El Escudo de Armas de Cuba, fundido en bronce, también se guarda en el sagrado memorial junto a las notas del Himno de Bayamo (Nacional), compuesto por Pedro Figueredo, y las palabras de Carlos Manuel de Céspedes al ser proclamado Presidente de la República en armas.

Una réplica en mármol de Carrara de la escultura de La República, con autoría del artista italiano Ángelo Zanelli, realza la belleza artística del nicho pues la figurilla reproduce la imagen de Palas Atenea situada en la parte delantera del edificio. El visitante escucha a su llegada a la cripta la Paráfrasis sobre el Himno Bayamés, obra del compositor Hubert de Blanck, interpretada por la Camerata Romeu.

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