Muraleando, arte y cultura en tiempos de pandemia

Con arte y cultura, amor y fe afronta el proyecto sociocultural Muraleando, de la barriada habanera de Lawton, la emergencia sanitaria por la covid-19, que ha obligado a sustituir temporalmente su rica interacción comunitaria por diversas iniciativas desde el distanciamiento social.

muraleando

Una de ellas ha sido la realización del videoclip Fe que se afianza, un sabroso y emotivo guaguancó con toques de ritmos urbanos de actualidad, hecho desde el barrio, con representación de todos los sectores poblacionales y participación de artistas de la propia comunidad.

“Y traigo el arte y la cultura / y un poquito de amor que siempre ayuda / y también traigo fe que se afianza / y siempre pa´mi pueblo la esperanza”, dice el estribillo de la canción de Andrés Serpa y Víctor Rodríguez, tema del videoclip producido por Manuel Díaz Baldrich, y realizado a partir del estudio de grabación y el taller de cámara chica del propio proyecto.

Por estos días también se ha levantado en el área del proyecto una escultura que, en forma de corazón, y sobre una piedra que ya existía, intervenida con viejas válvulas de autos, semeja la imagen del nuevo coronavirus.

Va a quedar para las futuras generaciones como un símbolo de esta etapa, dijo a Más Cuba Díaz Baldrich, coordinador general de Muraleando y diseñador de la pieza.

Aunque este es un proceso negativo, lo que estamos viviendo va a quedar en la memoria histórica del ser humano y es importante que desde los niños hasta las personas de la tercera edad puedan expresarse, y nosotros lo hacemos desde lo que sabemos hacer, desde el arte, expresó al comentar las acciones emprendidas por el proyecto.

Concursos infantiles para que los pequeños manifiesten lo que están viviendo, para lo cual el proyecto los provee de materiales que tenía en sus reservas, comunicación permanente vía WhatsApp para el apoyo mutuo y la ayuda a los grupos más vulnerables forman parte de la agenda que el proyecto desarrolla en estos tiempos difíciles e inusuales.

Creado en 2001 para animar una zona urbana ubicada en la periferia del municipio de Diez de Octubre y de la propia ciudad, después de la notable aceptación en la comunidad el grupo fundador se dio a la tarea de transformar un basurero abandonado en la sede de la casa cultural comunitaria, con la participación significativa de los pobladores.

En sus inicios, los artistas pertenecientes al proyecto, vecinos del barrio, se dedicaron a pintar murales en las fachadas de las casas, y la gente aprendió a convivir con ellos, con el arte.

Las acciones se expandieron con talleres infantiles de artes plásticas, danza, teatro, de manualidades para los adultos mayores, la creación de grupos musicales, la celebración de veladas culturales, la transformación de áreas abandonadas en espacios públicos…, todo un proceso transformador en favor del mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad.

En la actual situación sanitaria, el proyecto, Premio Nacional de Cultura Comunitaria en 2014, espera a que la vida vuelva a ser la de siempre, pero sin renunciar a su presencia en la comunidad de disímiles maneras.

 

 

 

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