Paraíso en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt

Bosques, montañas, ríos, cascadas, arrecifes coralinos… hacen del Parque Nacional Alejandro de Humboldt, en el oriente cubano, uno de los sitios más atractivos que pueden encontrar los amantes de la naturaleza.

Parque Nacional Alejandro de Humboldt

“Un paraíso natural” lo llama la Agencia Viajes Cubanacan, que invita a descubrir ese sitio, ubicado en las provincias de Guantánamo y Holguín, y declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 2001.

Nombrado así en honor del científico alemán Alejandro de Humboldt —considerado el segundo descubridor de Cuba—, quien visitó la isla de 1800 a 1801 y en 1804, el área tiene una superficie de 70 mil 680 hectáreas, de ellas 68 430 terrestres y 2 250 marinas.

En el parque sobresalen los niveles de biodiversidad y endemismo, los más elevados de las Antillas y entre los mayores del mundo.

Allí se encuentran más de mil especies de plantas conocidas e inventariadas, con alrededor del 80 % de endemismo, y más de mil 200 especies de animales, 80 % endémicas.

En su variada flora y fauna propia del lugar figuran plantas carnívoras, cotorras, catey, carpintero real, gavilán caguarero, manatí y almiquí, este último un mamífero insectívoro considerado un fósil viviente del reino animal.

Huellas humanas de tiempos pasados se encuentran también en esa joya natural. Cercanos a la costa hay sitios arqueológicos y en la montaña se describen parajes que fueron refugios (palenques) de negros esclavos fugitivos (cimarrones).

El Parque Nacional Alejandro de Humboldt, constituye el núcleo principal de la Reserva de la Biosfera Cuchillas del Toa, la mayor y más valiosa de las cuatro existentes en Cuba.

Senderismo, observación de aves y de vida silvestre en general, y recorridos náuticos están entre las actividades que pueden disfrutarse para un descanso activo en este escenario natural.

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