Durante el pasado viernes se convocó la presentación de productos de Catachile en el Centro de Convenciones del Hotel Iberostar Grand Packard, un muestrario de los diferentes vinos chilenos, interesados en afincarse en el mercado cubano.
Uno de los paraísos vitivinícolas a nivel internacional se ha propuesto dar un gran salto para el mercado nacional; la teoría y puesta en práctica de que el buen vino chileno tiene su hueco en Cuba.
La puesta a punto se realizó durante un extenso y diverso programa de actividades, organizado del 2 al 5 de mayo, donde Catachile puso su granito de arena en el Centro de Convenciones del Hotel Iberostar Grand Packard, realizando una presentación y catas donde hasta donde el bebedor más exquisito y complejo encontró a su “media uva” de la que enamorarse.
Un recital de jugos vinícolas que comprendían desde vinos con menos renombre, o vinos de sorbo sencillo, hasta los que “se mastican” y necesitan los mejores vidrios y paladares, como dijo el presidente y socio principal de Catachile, Philip Timmermann, expresando que “son vinos chilenos de la ‘a’ a la ‘z’, pero siempre a un cierto nivel de calidad”.
Durante la velada comentó que se puede “beber realmente un vino bajo, pero siempre dentro de unos estándares de calidad”, dejando ver que “hay un déficit real sobre todo para personas que son muy exquisitas con sus gustos, por lo que si se traen productos de alta gama vas a tener turistas de alta gama”, y es que “Cuba lo que merece son turistas de alta gama”.
Entre las casas y bodegas asistentes se encontraban La Casa Silva, Don Oso Group, Renacer, La Chamiza, Errazuriz, Alto Los Romeros, Bodegas Arlequín, Palo Alto, Valdivieso, Domaines Bournet-LaPostolle, Viu Manent, Clos de Pirque y Cervecería Kross.