La riqueza y diversidad de la culinaria cubana más auténtica se puso de manifiesto en la cuarta edición de “Sabor a las villas”, celebrada en esta ocasión en La Habana como homenaje a su medio milenio de fundación en su actual emplazamiento.
Chefs de las primeras villas establecidas en Cuba durante la colonización española presentaron platos tradicionales rescatados mediante estudios en esos asentamientos poblacionales fundacionales, en labor impulsada por las asociaciones culinarias de las provincias donde se encuentran.
La primera edición de este evento nacional se efectuó en Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa (hoy Baracoa), Ciudad Primada de Cuba, la segunda en Santiago de Apóstol (Santiago de Cuba) y después en San Salvador de Bayamo (Bayamo).
Además de la villa de San Cristóbal de La Habana, integran también esta suerte de red en favor de la gastronomía nacional La Santísima Trinidad (Trinidad), El Espíritu Santo (Sancti Spíritus), Santa María del Puerto del Príncipe (Camagüey) y San Juan de los Remedios (Remedios).
La cita, realizada en esta oportunidad del 10 al 13 de junio, incluyó un apartado teórico con la exposición de resultados de investigaciones y ponencias sobre aspectos de la gastronomía en la Isla.
El objetivo de “Sabor a las villas” es mantener viva la cultura, las raíces culinarias, trasmitirlas de generación en generación, y poderlas generalizar en el país, porque esto se ha ido perdiendo, explicó a Más Cuba la presidenta de la Asociación Culinaria de La Habana, Alina Martel Reyes.
Entre los pasos en este sentido figura el proyecto Gilberto Smith Duquesne, que introduce en el mundo de la cocina cubana a niños de 8 a 12 años, quienes presentaron en este evento dos platos mencionados por el Héroe Nacional José Martí en su Diario de campaña: ropa vieja con boniato asado y frangollo (miel de abeja y plátano deshidratado), así como elaboraciones típicas de municipios habaneros.
Durante todo el año, explicó el chef Yoandri Pérez, trabajamos con los pequeños en el rescate de las preparaciones de las abuelas, de los sabores tradicionales, y le enseñamos también la historia de los platos y la conveniencia de tener una alimentación balanceada.