Boca de Jaruco

Cuba tiene lugares para todos los gustos, grandes urbes, paisajes naturales inigualables, paradisíacas playas y otros pequeños y aislados, ideales para la pesca, para encontrar ese espacio de reflexión y conexión del hombre y la naturaleza.

Boca de Jaruco

En este sentido, un sitio poco conocido es Boca de Jaruco, un antiguo pueblo de pescadores, ubicado junto a la desembocadura del río Jaruco que confluye en una ensenada, en la costa norte de la provincia de Mayabeque.

Se trata de una zona costera de extraordinaria belleza natural, que fue siempre un gran criadero de ostiones, cangrejos, jaibas, camarones y peces.

Hagamos entonces un poco de historia. En los años 30 del siglo XX, Boca de Jaruco era un batey habitado principalmente por pescadores. Casas de madera y techo de guano, decoraban el entorno próximo a la orilla del río homónimo.

“Aunque los tratados azucareros de 1927, 1929 y 1931, que limitaban unilateralmente la producción nacional, fueron los más perjudiciales para la economía cubana, el «Tratado del Ron«, dirigido a reprimir el contrabando de bebidas alcohólicas hacia Estados Unidos, que existía desde comienzos del siglo durante la Ley Seca, fue el primero de los gestos de sumisión mediante los que la tiranía machadista procuró congraciarse con el gobierno de Washington.

Para cumplir los compromisos contraídos por el Tratado del Ron el gobierno llegó a enviar naves del Servicio de Guardacostas a impedir el tráfico de alcohol, ron y aguardiente por Santa Cruz y Boca de Jaruco.

El Puesto de la Marina de Guerra instalado en el Fuerte San Dionisio, de Boca de Jaruco, no hizo nada por congraciarse con la población local que vivía de este trato, y de la conducción igualmente ilegal de emigrantes clandestinos a los EE.UU. El contrabando continuó, pero ocurrieron agresiones a pescadores, ataques en alta mar y otras molestias”.

Actualmente, este destino, ubicado a unos cuarenta kilómetros de La Habana, cuenta con una Base de Campismo, excelente para disfrutar de unas buenas vacaciones en familia. Cuenta con confortables cabañas y su ubicación permite a los visitantes disfrutar de baños en el mar, en el río y navegar en pequeñas embarcaciones, hacer caminatas y senderismo.

Cafetería, restaurante, pista de baile, sala de teatro, telefonía pública, sala de juegos, sala de televisión, préstamo de libros y animación diurna y nocturna completan la propuesta de Boca de Jaruco para unos días diferentes, en un sitio popular sobre todo en los meses de verano.

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