El teatro, un arte milenario, ha mantenido siempre en Cuba ese principio ya universal del dramaturgo romano Terencio de que “nada humano me es ajeno”, como se evidencia en las Jornadas Villanueva, que cada enero convoca a celebrar el Día del Teatro Cubano, el día 22.
Prácticamente durante todo el mes, desde el 5 hasta el 28, se celebran espectáculos en las salas de La Habana y también del interior del país, con estrenos, reposiciones, talleres de crítica y presentaciones literarias, entre otras acciones.
Como es tradicional, en este mes se da a conocer el Premio Nacional de Teatro, que reconoce el trabajo, contribución y recorrido de una personalidad de las tablas en Cuba, y que en esta ocasión recayó en Herminia Sánchez, de 95 años de edad, actriz, escritora y en general mujer de fructífera trayectoria en el teatro.
La puesta de piezas de la dramaturgia universal y de autores de aquí que abordan la siempre compleja vida nacional desde diversas ópticas y vertientes que van de la tragedia a la comedia han estado presente en las tablas del país.
Antecedentes de esta manifestación artística en la Isla pueden ser considerados los areitos aborígenes, que mezclaban el canto, el baile, la poesía, la coreografía, la música, el maquillaje y la pantomima, y las festividades del Corpus Christi.
Propiamente se considera como primera obra teatral cubana El príncipe jardinero y fingido Cloridano, de Santiago de Pita y Borroto, montada en La Habana en 1791, que no reflejaba la característica insular, pero que especialistas señalan que incluía un registro cubano en tres sirvientes que transforman las relaciones amo-criado en una oculta fuente de relajo y choteo.
En la primera mitad del siglo XIX, el entonces célebre actor Francisco Covarrubias (1775-1850) inaugura el género vernáculo, y crea el personaje del negrito e incorpora el habla popular y el choteo.
El Día del Teatro Cubano recuerda los sucesos acontecidos en el habanero teatro Villanueva durante una representación el 22 de enero de 1869, en la que el público dio vivas a Carlos Manuel de Céspedes (iniciador de la guerra de independencia tres meses antes) y a Cuba libre, acción reprimida por la fuerza militar auxiliar del gobierno español con varios muertos y heridos.