Ensalada para el otoño cubano

El 22 de septiembre se considera en el hemisferio norte el comienzo del otoño, cuando se recogen muchas cosechas de vegetales, comienza a enfriar la temperatura y se caen las hojas de los árboles.

La alimentación asume el cambio de tiempo y las ensaladas son más bien de vegetales cocinados, en lugar de frescos y crudos.

Sin embargo, en el Trópico de Cáncer donde se encuentra el archipiélago cubano, esta época es una extensión del verano y si bien los días son más lluviosos y alto el grado de humedad, se combinan las ensaladas frías con las calientes.

Habitualmente, muchos cubanos olvidan o relegan a un segundo lugar el consumo de vegetales y no nos percatamos de que la ensalada, dentro de las comidas, tiene una gran importancia desde el punto de vista nutricional y decorativo.

Es preciso recordar que una de las comidas que primero consumió el hombre desde su aparición en la Tierra fue la ensalada, pues junto con la carne que cazaba, el hombre prehistórico comía hierbas y los frutos que hallaba a su paso, completando así la dieta con los nutrientes esenciales que extraía de ambos productos.

Consumir los vegetales es la forma de satisfacer las ganas de comer, pues resultan atractivos a la vista y el paladar, representando una manera sana de aumentar el volumen de nuestras comidas, aportándonos gran variedad de vitaminas y minerales. Los vegetales verdes, como la lechuga, la col y el berro, son portadores de sustancias muchas veces carentes en una alimentación no equilibrada y con predominio de alimentos cocidos.

Asimismo, el consumo de ellos, además de las frutas, permite la incorporación a la sangre de importantes cantidades de oxígeno líquido. Un nivel insuficiente de oxígeno en la sangre propicia síntomas de baja energía, digestión y metabolismo incompletos, lo que provoca la aparición de enfermedades degenerativas. Para muchos consumidores en todo el mundo, la ensalada ha pasado del estatus de acompañante a ente principal del menú.

 
Ensalada de otoño

Caliente (vegetales cocidos)

Ingredientes:

1  berenjena
½  lb de quimbombó
2  ajíes pimiento de color variado si es posible
1  cebolla grande
1  taza de habichuelas
1  taza de zanahorias
1  tomate grande o 2 medianos
½ taza de aceite
Pizcas de orégano y curry
3 cdas. de vinagre y 1 cda. de miel o azúcar turbinada

Preparación:

Se cortan en tramos cortos el quimbombó, las habichuelas y las zanahorias y se hierven por 5 minutos. Luego, con la berenjena picada en trozos y el tomate, la cebolla y el pimiento picados en tiras, se echa todo a una sartén o wok con aceite, preferiblemente de oliva, pero cualquier aceite vegetal sirve igual. Se añaden entonces ¼ cdtas. de orégano y curry, una pizca de sal, tres cucharadas de vinagre y una cdta. de azúcar prieta o turbinada.Se guisa moviendo los vegetales a fuego mediano hasta verl blandos pero enteros todos los vegetales y sentir el aroma.

 
Fría (con vegetales crudos)

Ingredientes:

1  mazo de lechuga
¼  lb de col picada fina
2  ajíes pimiento de color variado
4  tomates
1  aguacate grande
1  pepino grande
3  cdas. de aceite aliñado con limón
1 cdta. de miel o azúcar prieta o turbinada y perejil triturado

 
Preparación:

En esta receta sobresale la diversidad de colores. Las hojas de lechuga se ponen en derredor de la fuente en la que se sirve la ensalada, luego se salpican de la col fina, el pimiento en tiras y los tomates y pepinos en rodajas. El aguacate puede ponerse en dos mitades, con o sin cáscara, rellenos de alguna ensalada fría que se haga para esa ocasión, o con mayonesa, papa y huevos hervidos, una cdta. de kétchup y de mostaza a manera de una pasta.

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