La Habana se recupera de un catastrófico tornado que asoló varios municipios de la capital cubana, en un hecho sin precedentes en los 500 años de historia de la urbe.
Brigadas de trabajadores de los servicios telefónicos, de electricidad y comunales, entre otros, estudiantes universitarios y población en general participan en intensas labores para paliar los daños, en tanto instituciones médicas atienden a los lesionados y dependencias oficiales prestan ayuda a los damnificados.
El devastador fenómeno meteorológico afectó en la noche del 27 de enero principalmente los populosos municipios de Regla, Guanabacoa, Diez de Octubre y San Miguel del Padrón, cuyos vecinos recuerdan las terribles experiencias vividas con expresiones de “lo nunca visto”, “acabó con todo”…
Cuatro fallecidos, 195 lesionados, mil 238 viviendas afectadas y sensibles pérdidas económicas fue el saldo informado por las autoridades en la tarde del día 28.
Además, más de 200 mil personas permanecen con afectaciones en el servicio eléctrico, que se irá restableciendo paulatinamente, apuntaron.
El tornado, que recorrió 11,5 kilómetros en 16 minutos del este al nordeste, se formó en medio de una gran inestabilidad atmosférica provocada por la confluencia de un frente frío y fuertes vientos del sur, muy húmedos, según explicaron meteorólogos nacionales.
En la Escala de Fujita mejorada, que evalúa la magnitud de estos fenómenos a partir de los daños ocasionados en un rango de 0 a 5, el que pasó por La Habana fue de categoría 4.
Solo se tiene noticias en Cuba de un evento similar, el 26 de diciembre de 1940, cuando un tornado provocó 13 fallecidos en la localidad de Bejucal, en la actual provincia de Mayabeque.
Zonas costeras de La Habana sufrieron también inundaciones por la entrada del sistema frontal, aunque no de gran magnitud.