Daniel Santiesteban Castellanos. Siempre en su poesía y lírica visual

Daniel Santiesteban Castellanos (Holguín, Cuba, 1964), pintor, escultor, ceramista y restaurador, es poseedor de un gran dominio en todo lo que se propone, ayudado por sus estudios de teología, sociología, psicología y derecho, los cuales han contribuido mucho a la hora de conformar su maravilloso universo creativo.

Tiene más de 20 obras monumentales y ambientales diseminadas por todo el archipiélago cubano y sus numerosas exposiciones personales se hacen presentes en Cuba, Venezuela, Estados Unidos, España, Dinamarca, Francia y otros países, contando además con muestras colectivas en esos y otros lugares de los cuales es casi invitado permanente. Grandes coleccionistas e instituciones culturales cuentan con obras de este artista de la plástica cubana.

Para el creador, nada cotidiano le es ajeno; atento siempre al mundo que lo rodea, nos deja ver en sus obras el misterio infinito de su creación, lo cual nos permite hurgar en el núcleo de su pintura, para de esa forma poder contemplar, en toda la magnitud que él nos da, la vida del hombre y las actitudes propias que todos los seres humanos de una forma u otra llevamos implícitas, como son: pánico, ira, ansiedad y agresividad, lo que nos deja observar con esa agudísima belleza juguetona, y a la vez coqueta, retadora, que está en todos y cada uno de sus cuadros, lo cual son rasgos muy característicos del pop art, como la descontextualización y la provocación.

Otro de los temas que aparece en la obra de Daniel Santiesteban Castellanos, y en el que parece reincidir, es el poder del erotismo y su fugacidad. Ello mediante la construcción que hace de unas muy bien logradas atmósferas lúdicas, muy marcadas por la vehemencia de los sentires.

Este artista, insaciable, estudioso, escudriñador y temerario aventurero, se ha sumergido obseso en la obra de los grandes maestros de la plástica con un impúdico arrebato, pero a la vez con un reverencial respeto.

Daniel Santiesteban Castellanos, además, siente una pasión especial por la técnica del barro, lo cual lo ha llevado a realizar estudios teóricos y prácticos sobre la cerámica y nos ha legado, de esa etapa, su libro Artista del barro y el fuego, que se ha convertido en manual de estudio donde se puede conocer mejor todos los vericuetos a transitar junto a las musas que habitan en las piezas de este artista.

Es muy difícil abstraerse ante su acto único e irrepetible de creación, nos cala hondo, nuestro espíritu goza ante sus lienzos, esculturas, pero a la vez reflexionamos sobre los temas que trata y de esa forma que tiene para hacérnoslos llegar, “siempre en su poesía y lírica visual”.

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