El colectivo del Campismo Dos Hermanas, ubicado en uno de los sitios exclusivos del municipio pinareño del Valle de Viñales, en la occidental provincia cubana de Pinar del Río, se prepara para enfrentar una nueva etapa de trabajo que para ellos se presenta con mayores potencialidades desde el comienzo de la etapa de verano.
Los esfuerzos se multiplican en pos de prestar servicios de óptima calidad al visitante de esa zona con múltiples atractivos turísticos, la cual recorrieron recientemente especialistas del Fondo de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), con el fin de otorgarle la categoría de Geoparque.
El turismo de naturaleza encuentra en el Campismo Dos Hermanas la oportunidad de internarse y disfrutar de las bellezas del Valle de Viñales, por eso es que mantiene un elevado nivel de ocupación habitacional y en el verano el número de vacacionistas se incrementa.
Otro de sus atractivos es que comparte espacios con el conocido como Mural de la prehistoria, obra que marca el proceso evolutivo de la zona más antigua de Cuba.
A pocos metros de ese hermoso campismo, se encuentra esa joya de la expresión artística de los habitantes de la región, un mural que ofrece un inmenso recorrido por los orígenes del hombre, y que recuerda las primeras formas que utilizó para comunicarse y perpetuar su memoria.
Ese monumental proyecto dirigido por el artista local Leovigildo González en 1961, resulta una inmensa representación pictórica sobre las rocas, de 120 m de largo y casi 60 m de alto, cuya consecución definitiva implicó la labor de cerca de 20 obreros por casi cuatro años de manera ininterrumpida. Con sus colores psicodélicos y múltiples formas, resalta dentro del panorama natural como una marca de lo insólito en Cuba.
En tanto, en el Campismo Dos Hermanas, el visitante encuentra un remanso para descansar en el místico centro de la naturaleza cubana. Situado en el mismo corazón del valle de Viñales, rodeado de mogotes y una profusa vegetación, ese sitio brinda el disfrute a plenitud a quienes desean admirar los amaneceres y atardeceres más delicados y soñados de todo el país; vistas únicas conformadas por los tenues rayos del sol que marcan la silueta de los mogotes acompañadas de cantos de aves endémicas de una belleza inusitada en su vestir y en su canto.
El campismo dispone de 54 cabañas decoradas sencillamente con magnífica vista de un valle, con agua caliente y fría, camas gemelas, cuarto de baño y terraza o balcón.
Desde ese lugar se organizan excursiones a zonas relativamente cercanas a las que se puede acceder a través de trekking, hiking, cabalgatas, o simplemente en vehículos ligeros u ómnibus, para admirar la belleza de uno de los más colosales monumentos naturales de todo el mundo: el Valle de Viñales, además de poder intercambiar con sus habitantes, y conocer su cultura y costumbres.
El Campismo Dos Hermanas, es un sitio sencillo pero hermoso, donde el paisaje predominante es el de valle intramontano. En las cercanías de sus instalaciones se observan la Cueva La Jagua, ubicada en el Mogote del Valle, a 20 – 30 metros de altura. En la zona de Dos Hermanas también se puede practicar el deporte de escalada.