Santiago de Cuba, al oriente de la isla, fue elegida como miembro de la Red de Ciudades Creativas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Es la segunda urbe de la Mayor de las Antillas y cuna de afamados géneros sonoros como el bolero, la trova y el son. El reconocimiento se basa en el vasto aporte de esta región a la música cubana e internacional.
Santiago es la tercera ciudad cubana que alcanza tal distinción, atesorada ya por La Habana, también en la categoría de Música, y por Trinidad en el campo de la artesanía y las artes manuales. También aspiran a integrar la red, Matanzas y Camagüey, ambas en el apartado Literatura.
Al realizar el anuncio de las nuevas Ciudades Creativas, la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, instó a reforzar la cooperación entre las urbes promovidas por el ente multilateral. Insistió también en la importancia de impulsar políticas urbanas que pongan a las personas y la sostenibilidad en el centro del proceso de desarrollo.
Según el sitio web CubaTravel, la pasión de Santiago de Cuba por la música data de la fundación misma de la ciudad. Desde los primeros siglos de la colonización, la música procedente de España y la de los esclavos africanos se interrelacionaron: a las vihuelas y guitarras se unieron tambores y sonajas para crear nuevos sonidos y ritmos, propios del mestizaje cultural.
Aunque la existencia verificada del son comienza en el ocaso del siglo XIX, muchos afirman que el Son de la Ma’Teodora, se interpretó allí a fines del siglo XVI, y fue el punto de partida de una larga evolución musical en las zonas rurales del oriente cubano.
Después el son invadiría todo el país para convertirse en el género musical que mejor representa la idiosincrasia y cultura cubanas, junto a la trova, el bolero y otras incontables vertientes sonoras.
(Información de Buen Viaje a Cuba)