Cantautor, actor y productor musical, este artista que conversa hoy con Más Cuba es uno de los más populares cantantes cubanos
En su recorrido artístico, recordamos a Alain Daniel durante su estancia en Bamboleo, destacada agrupación en la que dejó su huella, no solo como intérprete, sino también como autor, con temas tan recordados como El zorreo y El boom boom.
Al concluir sus estudios musicales, Alain Daniel Pico Roque (La Habana, 1977) viajó a México, donde trabajó con un grupo de ese país, y de 1997 a 2001 hizo espectáculos en el cabaret Parisién, del Hotel Nacional de Cuba.
En 2005 creó su orquesta, la cual, junto a otras, está redefiniendo el sonido de la nueva timba cubana.
¿Cómo te sientes cuando miras hacia atrás después de 25 años en los escenarios de Cuba y del mundo?
Imagina cuanta felicidad puedo tener, es increíble cuantas cosas lindas le pueden pasar a un artista en 25 años, durante los cuales he vivido emociones muy fuertes, he cumplido sueños, he llegado a metas trazadas. A veces pienso que no ha sido fácil, pero lo más importante es que a pesar de los tropiezos creo que lo he podido lograr, siempre con el apoyo de la gente que ha confiado en mí desde el principio, también de mi familia, que ha sido y será siempre mi principal inspiración para que todo me salga mejor de lo que muchas veces he planificado.
Siempre nos has regalado música de buena factura, lindas letras, exquisitos arreglos. ¿Consideras que esto ha influido en tu éxito?
Por supuesto, por mi cabeza nunca ha pasado un tema con letras groseras ni atacando a nadie, eso iría en contra de mis principios, no sería el Alain Daniel que he mostrado siempre. Me gusta, por ejemplo, que mis canciones sean incorporadas al día a día del cubano, soy feliz cuando un fragmento de alguno de mis temas se convierte en un refrán, como ocurrió con Una canita al aire. Se ha convertido en una canción obligatoria en cada uno de mis conciertos y por supuesto que a mí me gusta mucho cantarla, como también me gustan los boleros, por ello decidí hacer un disco dedicado a este género tan popular en Cuba.
Soy un admirador de la buena música cubana. Me fascina escuchar a Mayito Rivera, me fascina escuchar al Tosco hacer un solo de flauta, adoro escuchar a Issac Delgado, y no quiero que se me olvide nadie, pero si empiezo a mencionar nombres… Sí quisiera decir que los quiero y los respeto mucho a todos. También me gusta mucho Manolito Simonet y su Trabuco y soy un admirador de Bamboleo. Soy un adicto a toda la buena música cubana, siempre la buena y verdadera, ¡nunca lo dudes!
Compartir temas tuyos con amigos también se ha convertido en algo significativo en tu carrera en los últimos años, ¿por qué?
Mira, los amigos cuando son de verdad, de corazón, nunca te van a fallar y es por eso que tengo muchas colaboraciones en mi obra, por ejemplo con José Alberto El Canario, también con mi hermano del alma, Gilberto Santa Rosa, uno de los grandes ídolos de la música hispana. Esos han sido momentos que he vivido profesionalmente imposibles de olvidar, ellos son referente indiscutible para cualquier interprete que defienda la salsa, el bolero y otros géneros. Y es impresionante cómo conocen tanto de nuestra música, de nuestras raíces. Yo descubrí junto a ellos a destacadas figuras de la música cubana que no conocía. He aprendido mucho de ambos.
Gracias Alain y felicidades por este aniversario de carrera que celebras en una larga y bonita jornada de festejos con conciertos dentro y fuera de Cuba.
Gracias a Más Cuba, ya tenía ganas hace mucho tiempo de compartir con ustedes. Sigo la revista y veía reportajes de mis amigos: Descemer Bueno, Leony Torres, Laritza Bacallao, Omara Portuondo, Vania… y mira, ese día llegó, aquí estoy con ustedes, gracias de corazón.