La belleza natural y la mítica historia que encierra Cayo Las Brujas, hacen de este destino una parada obligatoria para todo el que visite Cuba. La pequeña islita de 6.69 kilómetros cuadrados se encuentra al norte de la provincia de Villa Clara.
Lagunas, bosques de manglar y las paradisíacas playas Las Brujas, La Salina, Caracol y Punta San Agustín, constituyen un entorno ideal para la desconexión y el relax, para conocer el clima del Caribe.
Quizás su “embrujo” se deba a la leyenda que se teje desde tiempos remotos sobre este lugar. Debe su nombre a la creencia popular de la existencia en sus predios de brujas, personajes medievales perpetuados hoy en esculturas femeninas que conquistan al visitante y a los huéspedes del hotel Villa Las Brujas.
Según cuenta la historia, “en época de la colonia, uno de los tantos pescadores que se ganaba la vida en aquella mar vivía junto a su familia en el cayo. Su hija, en la flor de la juventud y con la belleza encantadora que corresponde a esa edad, se enamoró de un hombre que vivía en un islote vecino.
El padre de la muchacha se opuso a la relación desde el inicio. Aun así, los enamorados buscaron alternativas para emprender su amor. Comenzaron a verse en un monte escondido donde podían tener la privacidad que necesitaban. Para reforzar su seguridad y evitar que alguien visitara aquellos parajes y los descubriera, propagaron rumores sobre fantasmas y ruidos tenebrosos que provenían del sitio donde, a escondidas del mundo, eran felices.
Por eso, cuando alguien vio por casualidad a la bella joven internarse en el bosque la asociaron con una bruja. Aquel imprevisto no afectaba a los amantes, pero según la leyenda, los hermanos de ella comenzaron a sospechar, indagaron, descubrieron todo y embriagaron al novio para que se ausentara al próximo encuentro. Él enamorado joven, cuando despertó, solo vio ante él una breve aparición que se desvaneció rápidamente. A partir de entonces comenzó a buscar a su adorada doncella, pero nadie más la vio”.
Las Brujas, es un cayo conocido además por su belleza natural, sus fondos marinos y el creciente desarrollo de su infraestructura hotelera, que tiene como principal atractivo playas de transparencia extraordinaria, la mayor de las cuales alcanza una longitud de poco más de 2 km.
Su vegetación natural está representada por bosques, siempre verde y de manglar, así como por matorrales costeros y subcosteros que forman parte de la Reserva de la Biosfera, Bahía de Buenavista, adscrita al Convenio de Ramsar para la protección de humedales de significación internacional.
El cayo forma parte, junto con sus vecinos Santa María y Ensenachos, del polo turístico Cayos de Villa Clara, considerado el segundo destino de sol y playa más importante de Cuba luego de Varadero. Su economía se sustenta fundamentalmente en el turismo y cuenta con una marina para actividades náuticas, un aeropuerto de medianas dimensiones y una plaza turística.
Varias son los atractivos turísticos de la región, pero entre los más importantes se encuentran el refugio de fauna Cayo Francés, los parques nacionales Los Caimanes y Caguanes, así como las ciudades patrimoniales de Remedios y Sagua la Grande.
Desde Cayo Las Brujas se pueden visitar las ciudades Trinidad y Cienfuegos, ambas Patrimonio de la Humanidad, la Villa del Yayabo en Sancti Spíritus y los balnearios de aguas minero-medicinales de San José del Lago y Elguea, el Parque Natural Topes de Collantes, El Nicho, el lago intramontano Hanabanilla y el blue hole, Ojo del Mégano, cueva submarina más profunda de Cuba.
Sin duda alguna este es un destino sorprendente, lleno de historias y posibilidades de disfrutar de uno de los entornos más paradisíacos de esta isla. ¿Te atreves a sentir de cerca Las Brujas?