Leyenda, magia, alquimia… vienen a la mente cuando del elixir de la vida se habla, pero a diferencia de la mítica poción, que inútilmente se trató de encontrar en el medioevo, el licor cubano Elixir 33 sí aporta bienestar y gusto al paladar.
Curar todas las enfermedades y alcanzar la vida eterna quedó en el imaginario de aquellos tiempos; hoy, una moderna fórmula trasmite salud y alegría al espíritu, ganas de vivir y compartir buenos momentos.
Producto de la Corporación Cuba Ron S.A., el Elixir 33 es creación del Maestro del Ron Cubano César Augusto Martí Marcelo en la región central de la isla caribeña, tierra de rica tradición en la elaboración de espirituosos.
Al degustarla, la bebida permite apreciar la mezcla de buen ron añejo con compuestos afrutados, sometido en su finish a un proceso de fusión, que le imprime suavidad y con un fondo achocolatado muy refinado y agradable, explica la entidad cubana en su sitio digital.
Bouquet peculiar, sugerente color ámbar oscuro, sutiles notas de banana, frutos secos y uvas pasas, grato al paladar son algunas características de este licor, que puede disfrutarse solo o con hielo.
Elixir 33 es una propuesta distintiva de la marca Cubay, emblemática de la Ronera Central, con una amplia y diversa gama de espirituosos, ubicada en la localidad de Santo Domingo, en la provincia de Villa Clara.
Los antecedentes de la fábrica “Agustín Rodríguez Mena” se remontan a principios del siglo XIX, a una destilería que producía aguardiente en los predios de la hoy provincia de Cienfuegos, que luego alcanzó a las Bodegas Jagua, en el mismo territorio central.
Un incendio allí en 1972 obligó a trasladar las centenarias bodegas de añejamiento a una antigua algodonera en la zona de Santo Domingo, que por obra y gracia de un arduo trabajo se convirtió en la hoy prestigiosa Ronera Central.