Mantener las vías respiratorias limpias y protegidas, es bueno contra el coronavirus

En estos momentos en los que el coronavirus nos ha cambiado súbitamente la vida y la forma de cuidar nuestra salud, es importante  recordar la importancia de mantener unas vías respiratorias sanas y protegidas.

vías respiratorias limpias

Aunque no siempre se les preste la atención que merecen, las vías respiratorias…

1. Son la puerta de entrada al organismo de la mayoría de los virus, a través de la nariz y la boca.

2. Suelen verse afectadas por las infecciones virales respiratorias, que generalmente comienzan infectando la garganta.

3. Si no están bien protegidas pueden dar lugar a enfermedades pulmonares que agravan la situación de otras patologías.

En definitiva, cuidar las vías respiratorias no solo es conveniente: es imprescindible.

Aunque se quede en casa, cuídese

Usted tiene hoy una gran oportunidad para limpiar y fortalecer sus vías respiratorias de una forma muy cómoda y eficaz.

Estar confinado en su casa no es excusa para no hacerlo, pues es muy importante tener un sistema respiratorio bien protegido para evitar futuras infecciones.

No hay que esperar a sentir ningún síntoma de problemas respiratorios (tos seca, dolor de garganta, mucosidad…) para empezar a actuar.

Además, aunque los meses más fríos favorecen la replicación de los virus, las afecciones respiratorias siguen al acecho en otras épocas del año.

En verano, por ejemplo, son frecuentes las que se producen debido al aire acondicionado, y antes hay que sumar las derivadas de las alergias primaverales, si es usted alérgico.

Son estas: el malvavisco, el eucalipto, el arándano y el espino albar.

Probablemente haya oído hablar de ellas. E incluso puede que las haya utilizado en alguna ocasión. En cualquier caso, le invito a que conozca con detenimiento las excelentes propiedades que la ciencia ha puesto de relieve.

El malvavisco (Althaea officinalis) por sus propiedades suavizantes contra la inflamación de las mucosas, la irritación de las vías respiratorias o para aliviar la tos seca.

Cada parte de esta planta (raíces, hojas, flores…) posee sus propios elementos y propiedades: almidón, polifenoles, ácidos fenólicos, aminoácidos y mucílagos (todas ellas sustancias vegetales que reducen la inflamación).

Los estudios realizados sobre estos últimos, que se encuentran aislados en las raíces (especialmente el ramnogalacturonano), demuestran que poseen propiedades antitusivas comparables a las que se obtienen con la codeína, pero sin los efectos secundarios de esta.

Consumir malvavisco permite además fluidificar las mucosidades, expectorar y limpiar los bronquios. O sea, que se trata de una planta todo terreno para los problemas de las vías respiratorias.

El eucalipto (Eucalyptus globulus labill) es fluidificante y antibacteriano. Pero eso ya lo sabían nuestras abuelas, y por eso ponían eucalipto en todos sus jarabes caseros para tratar resfriados y catarros. Y no se equivocaban, pues sus propiedades son idóneas para la inflamación de las vías respiratorias, de la garganta, de las mucosas de la boca y de los bronquios, y para aliviar la fiebre y los síntomas del asma.

Su secreto reside en el eucaliptol , un estimulante de las glándulas exocrinas que impide que las placas de mucus queden atrapadas en la región de los alveolos, favoreciendo la correcta respiración.

Esta sustancia es tan potente que incluso ha demostrado su eficacia en un ensayo clínico realizado con 242 sujetos que padecían de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), reduciendo la frecuencia y la duración de las exacerbaciones.

Otros dos estudios clínicos realizados con cineol han dado buenos resultados para el alivio de la tos y la reducción de la frecuencia de las exacerbaciones en personas que sufrían bronquitis crónica.

Y en el transcurso de tres ensayos clínicos, el cineol que contiene el eucalipto se ha mostrado eficaz para reducir la dosis de corticoesteroides utilizada por los enfermos de asma y para combatir el catarro.

El arándano (Vaccinium myrtillus), para activar la microcirculación.Su fruto es rico en vitaminas, minerales (hierro, magnesio, potasio y fósforo), flavonoides con propiedades fluidificantes y antioxidantes, y una gran concentración de compuestos fenólicos, entre los que destacan las antocianinas. Si la vitamina C es tan importante para las defensas, sepa que el efecto antioxidante de estos compuestos la sobrepasa en mucho.

Numerosos estudios clínicos relacionan el consumo de flavonoides de los arándanos con la reducción de las enfermedades cardiovasculares y degenerativas, al activar la microcirculación y disminuir la permeabilidad de los pequeños vasos sanguíneos, incluidos los de los bronquios.

Y el espino albar o espino blanco (Crataegus oxyacantha), por sus virtudes calmantes. Esta planta es un excelente tranquilizante, pues entre sus principios activos destacan sobre todo dos flavonoides, el hiperósido y la vitexina, que actúan como reguladores del ritmo cardíaco y tienen una acción sedante sobre el sistema nervioso central sin efectos secundarios indeseables (al contrario que los medicamentos de síntesis).

La flor del espino albar contiene también aminas aromáticas (tiramina, fenetilamina…) que tienen propiedades cardiotónicas. Según dos ensayos con placebo, la toma de un extracto normalizado tiene efectos benéficos sobre pacientes que padecen de angina de pecho.

Además de ser bueno por sí solo, cuando se asocia a la acción de las otras tres plantas, el espino albar también permite aliviar las toses nocturnas y favorece el sueño.

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