La Habana celebra este 16 de noviembre su aniversario 501 de fundada, en momentos que muchos consideran entre los más difíciles de su ya larga historia, pero con el proverbial optimismo que caracteriza a los cubanos.
Corsarios, piratas, potencias extranjeras… han asediado a la ciudad que, al igual que todo el país, afronta hoy la pandemia de covid-19, el recrudecimiento del bloqueo económico de Estados Unidos y el reto de rencauzar la economía.
Sin grandes festejos como los de su medio milenio el pasado año, pero con acciones de impacto económico, social y cultural transcurre este aniversario de la capital, cuyo centro histórico es Patrimonio de La Humanidad y fue considerada Ciudad Maravilla por votación de internautas de todo el mundo.
Buena señal fue la reapertura la víspera de su Aeropuerto Internacional José Martí, al que en su primera jornada de operaciones arribaron más de una veintena de vuelos de diferentes países, once de ellos procedente de Estados Unidos.
Por estos días tienen lugar labores de embellecimiento y remozamiento de avenidas e inmuebles, la reapertura de centros culturales como los museos del automóvil-El Garaje, la Casa del Vedado y la del Chocolate, el piano bar Diablo Tun Tun de la popular Casa de la Música de Miramar y el emblemático Capitolio Nacional, que vuelve a recibir visitantes.
La inauguración de los alumbrados públicos del hotel Parque Central y la populosa calle Galiano, varias obras sociales en La Habana Vieja, y otras vinculadas a la alimentación, la construcción de viviendas y recursos hidráulicos, figuran entre las acciones por el aniversario.
En las celebraciones de este año hay una ausencia significativa, la del historiador de la ciudad Eusebio Leal Spengler, fallecido en julio pasado, y uno de los principales artífices de la conservación del patrimonio cultural de La Habana y de Cuba.
A él se le dedican estos 501 años con una campaña denominada en su honor Leales a Leal, y el Teatro Martí reabre sus puertas para estrenar un documental en su honor dirigido por Omelio Borroto, realizador de Mundo Latino.
Como es tradición, y para que se cumplan sus deseos, capitalinos y visitantes dieron una vuelta en torno a la ceiba que se levanta junto a El Templete, sitio que recuerda el lugar donde se ofició la primera misa y se celebró el primer cabildo de la villa de San Cristóbal de La Habana, urbe hoy que conserva como pocas sus tradiciones y sus recuerdos, pero que se renueva y se rejuvenece contra viento y marea.