Casquitos de guayaba en almíbar

La guayaba es una de las frutas más generosas entre las que nos regala la naturaleza, por su valor nutricional y la variedad de usos que podemos darle, y una de las más populares en Cuba.
Originaria de las regiones tropicales de América, es rica en vitaminas A, B y C. Según un estudio realizado en la India, por cada 100 gramos de guayabas hay alrededor de 0,5 gramos de sustancias antioxidantes, proporción tres veces superior que en otras frutas.
Su consumo es adecuado cuando se quiere combatir el colesterol malo, y, por su astringencia, las raíces, corteza, hojas y frutos inmaduros del guayabo, son utilizados en los trópicos contra la gastroenteritis, la diarrea y la disentería.
Su empleo en la gastronomía es diverso. Un jugo de guayaba es nutritivo y refrescante, y la Guayabita del Pinar, bebida muy cubana fabricada a partir de una variedad cultivada en la provincia occidental de Pinar del Río, es apropiadísima para alegrar el espíritu.
Pero es en el ámbito de los dulces y postres donde más brilla, en jalea, pasta (en barra), crema, mermelada y los famosos cascos en almíbar.

Ingredientes

6 guayabas grandes (1 kg)
4 tazas de agua (de la cocción) (1 L)
1¼ taza de azúcar blanca (300 g)
1 cdta. de sal (5 g)

Preparación

Seleccionar las guayabas semimaduras (pintonas), de corteza gruesa. Pelarlas, cortar a la mitad y extraer las semillas. Depositar los cascos en un recipiente y agregar agua. Dejar hervir a fuego lento hasta que queden semiblandos. Retirar las piezas y reservar. En una parte del agua de la cocción, añadir el azúcar, la sal y dejar hervir durante 20 minutos más. Colocar nuevamente los cascos. Dejar cocer hasta que se ablanden y el almíbar tome punto. Servirlos fríos, acompañados con queso.

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