El Museo del Chocolate, sitio muy visitado en La Habana Vieja, reabrió esta semana, tras un proceso de restauración. Muchos esperaban con ansias disfrutar de este delicioso espacio en la parte más antigua de la ciudad. Sitio que deleitará a los visitantes con exquisitas fórmulas que se derivan del cacao cubano, sin dejar de lado su función como museo.
El inmueble cuenta ahora con mobiliario atractivo y un diseño más funcional. Los clientes de su oferta chocolatera tendrán novedades como: nuevos y atractivos moldes, venta de diferentes modalidades de degustación del chocolate y servicio a domicilio, concebido en un primer momento a través del proyecto de bicicletas HaBici.
Las ofertas incluyen chocolate caliente y frío, chocolate azteca, el tradicional, el mezclado con jengibre, chocolate blanco, con leche y amargo. Además, sigue siendo un lugar histórico con una exhibición de piezas provenientes de los Museos de Arqueología, Colonial, del Museo de la Ciudad, entre otras instituciones bajo la protección de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH).
La construcción del edificio dónde se ubica data del siglo XVIII y es conocida como la Casa de la Cruz Verde. En 1740 fue colocada una cruz de ese color de doble brazo, lo cual la singularizaba en el entorno capitalino de entonces. En esa esquina se hacía una de las paradas de la celebración del Via Crucis, peregrinación católica de la Semana Santa.
El museo, inspirado en su homólogo de la Plaza Real de Bruselas, Bélgica, fue inaugurado en el año 2003 por Eusebio Leal Spengler. La cruz de su fachada, por su valor patrimonial, fue restaurada de manera capital durante la intervención integral que se realizara al inmueble con inicio en el año 2000.
El Museo del Chocolate posibilitará, a los amantes del chocolate y la cultura en torno a su fabricación que visiten La Habana, una experiencia deliciosa y a la vez de conocimiento, en la esquina de las calles Amargura y Mercaderes.