Buñuelos, delicia insustituible del fin de año

Algunos autores sitúan el origen de los buñuelos en la península ibérica, cuando los moros ocupaban el sur de España. Su ingrediente principal, al igual que el casabe, es la yuca o mandioca, alta en almidones y componente principal de la alimentación de comunidades indígenas del Nuevo Mundo.

En Sevilla y Granada eran postre típico los buñuelos fritos en aceite cubiertos de miel. Por otro lado, esta especialidad fue adoptada por los gitanos tras la expulsión morisca y perpetuada hasta la actualidad.

Aunque en Cuba se presume su consumo, al igual que el casabe hecho con yuca molida, desde antes de la conquista española, quizás se adaptó a las costumbres españolas, con la adición de miel o azúcar.

Colombia, Perú, México, Mesoamérica y el Caribe son los países donde más se comen los buñuelos, sobre todo en Navidad. Concretamente, en Colombia es habitual prepararlos con una mezcla de huevos, queso molido, harina de maíz y azúcar.

En México son hechos de harina, piloncillo (melaza sólida de azúcar en forma de cono y canela. En Venezuela se hacen de apio, de yuca, o calabaza. En Perú se preparan de harina con mantequilla, huevos, canela y azúcar.

Todas las recetas llevan en común que son fritos en aceite.

En Cuba, se está rescatando ahora la costumbre de hacer buñuelos, porque la mesa navideña fue reducida en años recientes al puerco asado, el congrí y la yuca con mojo, quizás acompañados en el postre por flan o natilla.

Los encargados de engalanar la mesa familiar con delicias gustativas ahora preguntan a los de más larga experiencia cómo se hacen el boniatillo con coco, los cascos de guayaba, toronja o naranja, los pudines y otros manjares que hacían las abuelas, cuyas recetas vienen de siglos atrás.

Buñuelos de la abuela Modesta

Ingredientes

1 kilo de yuca (sancochada)

3 yemas de huevo batidas

2 cucharadas de azúcar

1 cdta. de sal

3 tazas de aceite vegetal

5 clavos de olor

1¼ tazas de agua

 

Preparación

Extraer las venas de la yuca y triturar; puede ser en un triturador de comida o con un tenedor o pisapuré, hasta que tenga la consistencia de una masa. Agregar las yemas de los huevos, el azúcar y la sal. Amasar hasta que quede una textura homogénea. Se toman porciones de la masa como si fuera a hacer croquetas, pero se le da forma alargada y se entrecruzan los extremos en forma de ocho sin cerrar. Freír en abundante aceite a fuego alto hasta que estén dorados. Retirar del aceite y colocarlos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.

Se pueden comer con almíbar o melado.

El almíbar lleva 4 tazas de azúcar, 2 tazas de agua, 1 tacita de vino seco y 2 ramitas de canela. Se pone a hervir el azúcar y el agua. Cuando hierva, se añade el vino seco y la canela y se deja 5 minutos más a fuego lento.

Para hacer el melado, se coloca en una olla la panela con agua hasta que se disuelva y luego añadir los clavos de olor. Dejar que se espese. Retirar del fuego y quitar los clavos. Sumergir los buñuelos en el almíbar o el melado y dejar enfriar.

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