Rica en minerales, vitaminas y fibra, la alcachofa es un alimento clave en dietas saludables y es muy utilizada también en medicina natural para tratar la anemia, la diabetes, la constipación, los cálculos de la vesícula biliar, la gota o el reuma. Su bajo contenido en calorías y su efecto contra el higado graso hace que sea especialmente aconsejable en dietas adelgazantes.
Un resumen del restaurante madrileño Montes de Galicia explica los beneficios de esta valiosa verdura:
– Ayudan a combatir el colesterol: las alcachofas contienen fitoesteroles, que ayudan en la digestión de las grasas, reduciendo los triglicéridos en sangre y ayudando a combatir el colesterol.
– Regulan el tránsito intestinal: gracias a su alto contenido en fibra, las alcachofas mejoran la digestión y regulan el tránsito intestinal. Previenen así, tanto diarreas como estreñimientos.
– Mejoran la tensión alta y previenen la arterioesclerosis: al reducir los triglicéridos y controlar el colesterol, previenen y ayudan a mejorar los posibles problemas cardiovasculares.
– Previenen y ayudan con algunos tipos de cáncer: las alcachofas contienen elementos como el cafecio o los flavonoides, que son señalados como beneficiosos para evitar la aparición del cáncer de colon o de mama.
– Ayudan con el control de apetito y tienen un bajo índice calórico: las alcachofas ayudan a controlar el apetito debido a la inulina, que es un tipo de hidrato carbono de liberación lenta. Esto hace que la energía que nos aportan las alcachofas sea administrada de forma pausada y regular por nuestro organismo. Además, tiene un muy bajo índice calórico: menos de 25 calorías por cada 100 gramos. Es un alimento perfecto para controlar el peso.
– Contienen vitaminas y minerales esenciales para el organismo: hierro, sodio, potasio, vitaminas A y B6, magnesio…
– Funcionan como diurético natural: las alcachofas eliminan toxinas y ayudan a evitar y disminuir la retención de líquidos. Al eliminar toxinas y excesos de grasa, pueden ser beneficiosas para mitigar algunas enfermedades de la piel, como el acné, la dermatitis o los eccemas.
– Previenen los problemas de hígado y ayudan en las recuperaciones de enfermedades hepáticas: al ayudar a liberar toxinas y funcionar como diurético, las alcachofas limpian y depuran el hígado, evitando así posibles problemas y ayudando en su funcionamiento.