El arroz frito no vino de China

La mezcla de europeos, africanos y chinos dio un toque mágico a la población cubana e influyó en la cultura, las costumbres, el idioma y las comidas.

En relación a estas últimas ha dicho el siempre recordado y muchas veces galardonado chef Gilberto Smith, que los chinos inmigrantes crearon en Cuba comidas típicas que no existen en ninguna comunidad china en el exterior, salvo quizás en la de San Francisco, Estados Unidos.

Sobresale el llamado “arroz frito” en Cuba, consistente en el cereal que no puede faltar en la dieta del cubano, con carnes y mariscos, cebollino, frijolitos chinos (frijoles germinados) con salsa de soya, que también lleva el apellido del gigante asiático.

La huella de China en Cuba se hace evidente en elementos de artesanía, el teatro y la ópera; en la música, con la corneta china; hasta en la rebeldía independentista y determinadas formas de la produccióny los servicios.

Mucho de su filosofía ha impregnado a los cubanos. Y en la historia nacional de la música y las artes han entrado Jesús Lí, El Chino Chong, el maestro Fortín, el afamado pintor Wifredo Lam, Obdulio Morales, las bandas de música de las sociedades chinas y los grupos de danza de los carnavales.

La influencia cultural de China también se trasluce en el idioma. Sergio Valdés, en el libro Lengua nacional e identidad, recopila algunas expresiones populares como: “Búscate un chino que te ponga un cuarto”, “no creo en velorio chino”, “ponerla en China”, “quedarse en China” o “no lo salva ni el médico chino”.

Palabras como “chulampín”, vinculada a la voz de chulo, surge por corrupción idiomática del nombre de un mandarín chino del siglo XX: Chu Lam Pin.

Los primeros 206 culíes chinos arribaron el 3 de junio de 1847. El Barrio Chino de la capital cubana, ubicado en lo que es hoy el municipio de Centro Habana, concentró el asentamiento principal de esos asiáticos, dedicados principalmente a la gastronomía y la siembra y venta de vegetales.

Allí se encuentran las fondas o restaurantes populares chinos, con esos sabores y olores de pescados, pollos, patos, cerdo ahumado, chicharrones, las frituras de frijol carita, los “helados de agua” (elaborados a base de frutas: mamey, anón, plátano, pero sin leche), muy baratos y de gran demanda de la población.

Arroz frito de mi hermana “La China”

Ingredientes para 8 raciones:

3 tazas de arroz
2½ tazas de agua
3 cdas. de aceite:
3 dientes de ajo
1 cdta. De raíz de jengibre fresco o seco, rallado
1 libra de puerco ahumado, jamón, mariscos, pescados
6 huevos cocinados en tiras finas o revoltillo
3-4 cdas. de salsa china (soya)
Frijolitos chinos o col picada en hebras finas
Cebollinos picados finos esparcidos sobre el arroz

Elaboración:

Cocine el arroz de modo que resulte bien desgranado y déjelo enfriar bien; esto se puede hacer de un día para otro. Observe que el arroz se cocina sin sal ni grasa. Puede cocinarlo previamente o hacerlo el mismo día.

Si va a usar mariscos, pescado o pollo, cocínelos primero y luego córtelos en tiras finas o pedacitos. Lo mismo debe hacer con la carne de puerco, jamón o jamonada, y con los huevos si los prepara en forma de tortillas. Lave y limpie bien los frijolitos y cebollinos. Si no tiene frijolitos, puede usar col cruda cortada en hebras y también otros vegetales como pimientos, pepinos, etc. y cortados en tiras.

Caliente el aceite (para esta receta debe ser de maíz, maní, girasol, soya, etc., pues no tienen sabor definido, y no aceite de oliva, que por tener aroma y sabor característicos, cambia el sabor del arroz frito); sofría los dientes de ajos machacados y cuando se empiecen a ver dorados añada el arroz frío y comience a revolverlo hasta que el arroz esté caliente. Añádale poco a poco, mientras sigue revolviendo, todos los ingredientes más o menos en el mismo orden en que aparecen en la receta. Si es posible, la raíz de jengibre se debe rallar directamente sobre el arroz y siempre lo último que se añade son los cebollinos.

Sírvalo caliente acompañado de salsa china adicional para que cada persona pueda añadirle más a su gusto. Como guarnición suele acompañarle las maripositas chinas (pequeñas empanaditas rellenas de queso o jamón).

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